En este artículo, Julio Loredo observa cómo la actual guerra, que está polarizando al mundo, se traba también a nivel psicológico y publicitario. Se crean narrativas que se propagan como certezas y se exacerban los ánimos. Éste conflicto y, antes de él, la cuestión pandemia/vacunas han servido para dividir la fuerzas “conservadoras”. Más que apoyar a cualquier gobierno que pueda tener muchas cosas objetables, el católico debe luchar por el florecimiento de la civilización cristiana en todas las naciones.
En vista de la guerra ruso-ucraniana, John Horvat enriquece el debate mostrando cómo los medios liberales se aprovechan de la coyuntura. Viendo al grueso de la opinión pública a favor de la agredida Ucrania, la presentan como un país liberal y la apoyan. A la vez, asocian “despotismo” y “abuso” con “valores conservadores”, desprestigiando a éstos y dividiendo a quienes los profesan.
No podemos callar nuestro entusiasmo ante la histórica Consagración de Rusia, Ucrania, la Iglesia y toda la humanidad al Inmaculado Corazón de María, realizada por el Papa Francisco el 25 de marzo de este conturbado 2022. Esta entrega fue establecida por Dios como paso previo para conceder gracias extraordinarias que llevarán a la conversión de aquel inmenso país. A su vez, una Rusia convertida podrá influir en la historia de maneras imprevisibles.
Han circulado en algunos ambientes católicos diversas objeciones a la consagración hecha por el Santo Padre. En este artículo, nos proponemos contestar seis de ellas.
El debate y la guerra informativa/desinformativa vienen cundiendo en todo el mundo. Algunos ven a Putin como un profeta que restaurará la civilización cristiana, salvando al mundo de la decadencia. Otros, como un aspirante a emperador absoluto, un nuevo Hitler. Algunos temen que restaure la Unión Soviética, y muchos están sobrecogidos con la idea de una Tercera Guerra Mundial. ¿Qué pensar de todo esto?
Pulse la figura para poder ver estas interesantes disertaciones realizadas el 10 de marzo:
Desde la caída de la Edad Media hasta hoy, pasando por la Pseudo-reforma protestante, la Revolución Francesa y el comunismo, entre otras convulsiones, los principios de la civilización cristiana vienen siendo socavados progresivamente por una gran Revolución anticristiana. Puede escuchar la conferencia pulsando sobre la figura:
La asociación Tradición y Acción por un Perú mayor expresa su indignado repudio por la grave e injusta agresión de Rusia contra la noble nación ucraniana. Esta nueva agresión pone en peligro la paz en Europa y el resto del mundo, y demuestra que Rusia aún está lejos de haberse convertido de sus errores. Urge la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María, pues sólo ella hará posible la conversión de Rusia y la paz en el mundo, conforme a las palabras de Nuestra Señora en Fátima.
Durante la Santa Misa dominical en la Catedral Metropolitana, el pasado 19 de diciembre, el arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo Mattasoglio, profirió durante el sermón palabras que dejaron a los fieles estupefactos. En el corto espacio de una línea, Su Excelencia consiguió negar dos dogmas fundamentales de la fe católica: “Jesús no muere haciendo un sacrificio de un holocausto, Jesús muere como un laico asesinado”. Poco más adelante volvió a la carga: “Los sacerdotes no iban a representar la salvación [de Israel], sino un laico”. Estas afirmaciones contienen dos errores mayúsculos.
Existe un “renacimiento conservador” que viene siendo analizado por muchos intelectuales. Sin embargo, hay un punto que aún no se ha explorado lo suficiente: el papel de Brasil y, en concreto, del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira en la gestación y desarrollo de esta reacción. Ahora, el historiador graduado en Harvard Benjamin A. Cowan —izquierdista— publica su investigación Mayorías morales en las Américas. Brasil, los Estados Unidos y la creación de la derecha religiosa. Recurriendo a fuentes inéditas, incluyendo informes de los servicios de inteligencia, concluye que “la TFP fue el actor principal en el desarrollo de esta cruzada neoconservadora en el continente y en el mundo”.
Las declaraciones de Francisco sobre las uniones homosexuales provocaron un verdadero terremoto. Y no es la primera vez. Muchos católicos se preguntan: para ser fieles al Papa, ¿debemos cruzar los brazos ante la revolución homo/transexual que subvierte la moral social? ¿Debemos dejarla vencer y sepultar la enseñanza de los papas anteriores?
Algunos medios extranjeros presentan la victoria de Pedro Castillo en las recientes elecciones presidenciales del Perú, como la enésima prueba del deslizamiento inexorable del continente hacia el socialismo. Si bien esta tendencia existe y hay mucho de qué preocuparse, la hazaña electoral de Castillo debe ser tomada con pinzas.
Descansemos el espíritu de las perturbadoras realidades que nos envuelven, contemplando una institución que es fruto de la civilización cristiana: la Guardia Suiza Pontificia. Presentamos una breve colección de palabras dirigidas a ella por el Papa Benedicto XVI en diversas ocasiones.
Hay momentos en la historia de un pueblo en que, en un solo lance, se juega todo su destino. De las decisiones que tome ahora dependerán el futuro de la Patria y el destino de las almas. Esa hora ha sonado para el Perú.
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