TEATRO BLASFEMO EN U. CATÓLICA

Carta abierta al Cardenal Carlos Castillo Mattasoglio

El apoyo del Cardenal Carlos Castillo a la reprogramación de una pieza teatral blasfema en la PUCP viene causando confusión, pues la contundente indignación de los católicos había llevado a su suspensión. Aunque el Purpurado rechazó el afiche de la pieza, consideró interesante su mensaje. Sin embargo, dado que en ella el autor se traviste de la Virgen María y Santa Rosa, le preguntamos por qué la apoya públicamente sin investigar a fondo su contenido. Y sobre lo que Su Eminencia llama “mensaje interesante”: ¿Piensa que las conductas homosexuales han dejado de ser ’intrínsecamente desordenadas’, para que merezcan ser normalizadas en una universidad católica y pontificia?

Lima, 30 de enero de 2025.

Emmo. y Rvdmo. Sr. Card.
Carlos Castillo Mattasoglio
Arzobispo Metropolitano de Lima y
Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Ciudad.

Eminencia reverendísima:

Su defensa de la reposición de la obra blasfema nos deja perplejos

Después de la polémica nacional ocurrida por la suspensión de una pieza teatral blasfema programada en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Su Eminencia salió a público a defender su reposición con argumentos que dejan perplejos a los católicos.

En el programa semanal que el Sr. Cardenal tiene como Arzobispo de Lima en RPP Noticias, declaró que “aquí nadie ha querido destruir la imagen de la Virgen”, al mismo tiempo que manifestó que el cartel es “rechazable” y que presenta “una desfiguración del rostro de la Virgen María, ofensiva, sin duda”. Sin embargo, negó que dicho cartel coincida con el contenido de la pieza [1].

En la obra, el autor se traviste de Virgen María y de Santa Rosa

Ello no corresponde a las informaciones vertidas por el mismo autor. En sus redes sociales, como primera reacción a la suspensión del festival, manifestó que, durante la puesta en escena, él no solo se traviste de Nuestra Señora con el Inmaculado Corazón, sino también de Santa Rosa de Lima y es coronado [2].

El creador de la pieza no ha condenado la imagen promocional; tan solo lamenta que algunas personas la hayan malinterpretado y declara no haber tenido la intención de ofender. ¡Como si fuera posible dar una interpretación buena al diseño que Su Eminencia reconoce como “ultraje a la Virgen”!

Por ello, no basta cambiar el afiche para anular la injuria: Debe cancelarse la pieza

Las afirmaciones del Sr. Cardenal dan a entender que habría una divergencia entre los creadores de la pieza y sus publicistas. Estos últimos serían los únicos responsables de la injuria.

¿Qui prodest? ¿Quién se beneficia de esa conjetura, carente de pruebas? Obviamente los autores, que emergen exculpados. Tal descargo no solo atenta contra la justicia, sino que abre las puertas a la exhibición (pues les bastaría cambiar el afiche) y prepara el camino para otros eventuales agravios.

Permítanos decir, Eminencia, que no conseguimos entender su aseveración en los labios de quien estudió, en sus días de seminario, la Teología Moral. Recordará que se incurre en juicio temerario no solo cuando se admite sin razón suficiente una mala intención en un prójimo, sino también cuando se niega tal intención a pesar de las pruebas externas, conforme a la enseñanza del Divino Maestro: “Por sus frutos los conoceréis” (Mt 7, 16).

Rechazo justificado de la Conferencia Episcopal

Las pruebas de la intención son tan evidentes que la propia Conferencia Episcopal Peruana, por la voz de su presidencia, “lamentó profundamente” que la Facultad de Artes Escénicas (FARES) de la PUCP, “avalen y auspicien una obra teatral”, teniendo en cuenta que su “publicidad, título y contenido instrumentalizan y aluden a la imagen del Inmaculado Corazón de la Virgen María, en forma vejatoria que ofende la fe católica y que va a contracorriente de una comunidad universitaria que se define estatutariamente como católica y que cuenta con título pontificio”? [3]

¿Fueron temerarios los responsables del organismo que reúne a todos los Obispos del Perú al juzgar como “vejatoria” para la honra de la Madre de Dios, la referida pieza, no sólo en su publicidad, sino también en su “contenido”?

Eminencia: ¿Por qué la pieza teatral le parece interesante, si no la ha visto?

Corresponde al Gran Canciller, como la más alta autoridad de la Universidad Católica, explicar por qué declara que “en la obra me parece que no hay nada [censurable]” si al mismo tiempo afirma que no la ha visto.

Se requeriría un análisis profundo y riguroso, basado en hechos verificables, para que se pueda concluir que “tiene cosas muy interesantes que recoger”.

Y así llegamos a un tema muy preocupante. Su Eminencia señala que “en muchos casos los muchachos (...) expresan problemas, cosas que son muy importantes que conozcamos y que debatamos, y además asumamos la responsabilidad que inclusive a veces como experiencia religiosa no siempre es adecuada”.

El Sr. Cardenal parece aludir a la explicación del joven artista, de que la puesta en escena expresa su sufrimiento como homosexual que creció en un ambiente muy católico.

¿Considera que el Catolicismo debe aceptar los actos homosexuales?

Observando a fondo, se aprecia que el mensaje transmitido subrepticiamente es que una religión que no acepta la homosexualidad es mala y digna de rechazo. [4]

Eminencia, con todo el respeto y la reverencia de simples fieles le preguntamos: ¿Considera también que una religión que no acepta las relaciones homosexuales es mala y digna de rechazo?

¿Considera que el Catecismo se equivoca al llamarlos “intrínsecamente desordenados”?

Porque, en realidad, por detrás de la polémica sobre el carácter blasfemo de la pieza de teatro, subyace otra cuestión igualmente grave y que es necesario que Su Eminencia esclarezca: ¿Las conductas homosexuales son o no “intrínsecamente desordenadas” como lo señala el Catecismo de la Iglesia? [5] ¿O piensa, como algunos moralistas reprobados por la Iglesia, que la doctrina católica tradicional, fundada sobre las condenaciones contra tales conductas antinaturales, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento, es errónea en ese aspecto?

Urge, Eminencia, aclarar esta grave cuestión, pues pareciera que en el seno de la Iglesia Católica se estuviese gestando una nueva doctrina, enseñada en Seminarios y Universidades y alentada por autoridades eclesiásticas, que pretende mostrar como moralmente bueno lo que la Iglesia a lo largo de veinte siglos condenó. Y esto, de ser verdad, es mucho más grave que la performance teatral a que aludimos.

Nos extraña su crítica al Ministerio de Cultura...

Adicionalmente, manifestamos nuestra extrañeza de que el Sr. Arzobispo repruebe la intervención de la máxima autoridad política de la Cultura, el Sr. Ministro de esa cartera, alegando que “como máximo nos tocaría [hacernos cargo del asunto] a los religiosos”. No hay duda de que los primeros que deberían haber intervenido para evitar la blasfemia y el escándalo de los fieles debieron ser las autoridades de la propia universidad y, a falta de ellos, las autoridades episcopales. Pero, una vez que no hubo una inmediata reacción de “los religiosos” calificados, correspondía a las autoridades del Estado intervenir para evitar una grave ofensa a Dios, a la honra de la Santísima Virgen y a la fe del pueblo peruano.

…y más aún su censura a los fieles que desagravian a María

Más incomprensible aún es la censura formulada por Su Eminencia contra los fieles que promovieron un rosario público de desagravio: “Debemos evitar la exageración de realizar movilizaciones; aquí nadie ha querido destruir la imagen de la Virgen”.

Aun si aceptásemos, argumentandi gratia, que no hubo por parte de los organizadores una intención malévola, ¿por qué sería exagerado movilizarse contra una iniciativa objetivamente blasfema y que el mismo Sr. Cardenal juzga injuriosa, por lo menos en su propaganda?

Quienes deben abstenerse son los ofensores

No, Eminencia: los católicos peruanos aman a su Madre y no dejarán de manifestarle su amor, rechazando aquello que la ofende. Para que los fieles católicos depongan sus justas movilizaciones, los que deben abstenerse son los ofensores, no los defensores de la víctima, la Santísima Virgen María.

A la espera de sus esclarecimientos, pedimos su paternal bendición,

TRADICIÓN Y ACCIÓN POR UN PERÚ MAYOR







[3Cfr. “Conferencia Episcopal Peruana rechaza obra teatral que se realizará el 30 de enero en la PUCP y alude a la imagen del Inmaculado Corazón de la Virgen María”. https://www.facebook.com/story.php?story_fbid=1008756807946229&id=100064357587026

[4Cfr. “Organizadores de la obra de la PUCP sobre cancelación: ‘Rechazamos las expresiones de odio de grupos religiosos’” https://www.infobae.com/peru/2025/01/15/maria-maricon-responde-a-cancelacion-de-la-obra-de-la-pucp-rechazamos-las-expresiones-de-odio-de-grupos-religiosos/

[5Cfr. “Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (…), la Tradición ha declarado siempre que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’ (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso”. Catecismo de la Iglesia Católica, Tercera parte: La Vida en Cristo, Segunda sección: Los Diez Mandamientos, Capítulo segundo «Amarás a tu prójimo como a ti mismo», Artículo 6: El Sexto Mandamiento, n. 2357.





Portada del sitio Actualidad nacional



¿Un mensaje, un comentario?

moderación a priori

Este foro es moderado a priori: su contribución sólo aparecerá una vez validada por un/a administrador/a del sitio.

¿Quién es usted?
Su mensaje

Para crear párrafos, deje simplemente líneas vacías.

Cerrar