La "March for Life" que se realiza cada año en Washington, es la primera y más emblemática de todas las movilizaciones en defensa del niño por nacer, que hoy se realizan en muchos países del mundo (incluso en el Perú, donde congregan multitudes en Lima y otras capitales).
Más de una vez tuvimos oportunidad de oír del prof. Plinio Corrêa de Oliveira, en sus habituales reuniones semanales, la previsión de que la Revolución ”ese multisecular proceso histórico que viene destruyendo la civilización cristiana” lograría sortear los obstáculos a su marcha mientras pudiese ocultar a la opinión pública sus metas extremas. Pero en cierto momento sería obligada, por su propio dinamismo interno, a descubrir tales metas, y ello desencadenaría una reacción considerable, que acabaría provocando una inédita polarización de fondo religioso.
Ese momento parece haber llegado. Las metas últimas revolucionarias se están haciendo patentes en los hechos.
El día 29 de septiembre, festividad de San Miguel y todos los Arcángeles, fue entregada en el Vaticano la Filial Súplica al Papa Francisco sobre el futuro de la Familia
El día 29 de septiembre, festividad de San Miguel y todos los Arcángeles, fue entregada en el Vaticano la Filial Súplica al Papa Francisco sobre el futuro de la Familia, resultado de una colecta de firmas procedentes de 178 países
Su Alteza Real la Princesa Carlota de Cambridge y su hermano el Príncipe George.
El Partido Conservador de Gran Bretaña obtuvo en las recientes elecciones una resonante e inesperada victoria, conquistando mayoría absoluta en el Parlamento (331 de 650 escaños). El electorado desmintió por completo a las encuestas y las "bolas de cristal" de las proyecciones computarizadas. En este artículo enfocamos la probable relación de este hecho con los últimos sucesos que alegraron a la familia real británica y suscitaron el entusiasmo de la población.
Miles de jóvenes franceses hacen una peregrinación todos los años de París a la Catedral de Chartres.
Lo que nadie esperaba: emerge en Francia una nueva generación de católicos cada vez más conservadores y comprometidos con la renovación moral del país, que da las espaldas al clero progresista y a los decrépitos “valores republicanos” del laicismo, con un marcado sentido de militancia.
Jóvenes del Instituto Plinio Corrêa de Oliveira en campaña contra la revolución eco-ambientalista promovida por la "izquierda católica".
Vimos en artículo anterior que las izquierdas sufren en todo el mundo una crisis de respaldo ciudadano. Y dejamos para tratar más detenidamente el país de América donde esa crisis ”exceptuando quizás Venezuela” se manifiesta con mayor agudeza, nuestro vecino Brasil.
Los estudiantes del Wellington College, en la ciudad inglesa de Berkshire, cayeron de las nubes cuando Phin Lyman, uno de sus compañeros, escribió en la revista del colegio, The Wellingtonian:
“Estoy bien seguro de que la mayoría de los que me conocen saben que soy virgen. La etiqueta que me pusieron no me ha importado mucho. Pero el hecho de que yo haya elegido activamente permanecer virgen sorprende e incluso molesta a algunos” .
La reportera política de la BBC en Irlanda del Norte, Martina Purdy, una de las periodistas más acreditadas del país, dejó su carrera de 25 años para unirse a una orden religiosa contemplativa, informó el diario británico “The Telegraph” .
Martina anunció en octubre, a través de Twitter, que escogió “una vida completamente diferente” en el convento de las Hermanas de la Adoración Reparadora, en Belfast.
Desde 1991 ella cubría la política de Irlanda del Norte y su decisión dejó desconcertado al establishment político y mediático del país.
A comienzos de julio, la rama estudiantil de la TFP de Estados Unidos realizó en su sede de Lafayette, Luisiana, una nueva edición de su campamento anual para jóvenes, denominado "Call to Chivalry" ” “Un llamado a la Caballería” , que incluyó una protesta frente a un centro abortista.
El Instituto Piotr Skarga (TFP polaca) protesta contra la obra blasfema "Gólgota Picnic"
La actual ofensiva contra los valores morales y familiares, servida por omnímoda publicidad, abundante dinero y desconcertantes complicidades políticas, puede producir la falsa impresión de que su avance es irreversible. Tal impresión corresponde a una estrategia de esparcir un derrotismo paralizante, para evitar cualquier reacción de peso contra esa demolición cultural y social.