Súbita e inesperadamente, estalló en Estados Unidos el escándalo de denuncias en serie por acosos sexuales. Con todas las características de una secuencia orquestada, el clímax de las denuncias fue el anuncio de que “las que rompen el silencio” han sido nombradas “Personas del Año” 2017 por la revista “TIME” . Ello ha catapultado el escándalo al centro del escenario nacional, haciendo que el tema del abuso sexual en locales de trabajo adquiera proporciones de crisis.
Tanto el árbol de Navidad como el Nacimiento erguidos en la Plaza de San Pedro, el centro de la Cristiandad, para la Navidad 2017, causaron desde extrañeza hasta indignación a muchos eclesiásticos, religiosos y simples fieles, y la controversia está lejos de haber cesado.
En Porto Alegre (Brasil), el Banco Santander patrocinó en agosto una muestra de “arte” LGBT, denominada "Queermuseo" financiada además con casi 300 mil dólares de dinero público. Incluía pornografía, representaciones blasfemas y hasta “imágenes de zoofilia y pedofilia” . Acorralado por las protestas, el Banco dio por terminada la muestra, un mes antes de lo previsto.
Jóvenes que súbitamente colocan en peligro su empleo y a veces sus vidas, individuos deambulando como zombis dentro de iglesias en Londres o de Montreal, decenas de noctámbulos yendo y viniendo por el cementerio Pí¨re Lachaise de París”¦ ¿Qué virus ha originado esta epidemia de comportamientos extraños que desde hace algunas semanas contamina el planeta?
Una experimentación atroz con seres humanos, cruelmente fracasada, puso al descubierto el carácter monstruoso de la “ideología de género” que hoy se pretende introducir en el Perú, pero la gran prensa prefirió silenciar el hecho.
El último 24 diciembre, miembros de una secta satánica se reunieron frente a la antigua catedral de San José en Oklahoma (EUA) para profanar una imagen de la Santísima Virgen, sobre la cual derramaron sangre artificial mientras leían frases rituales.
Si usted, estimado lector, cree en el "calentamiento global", el inminente languidecer del planeta, el derretimiento de los polos, la desertificación de la Amazonía y otros escenarios de pánico ambientalista, en sana lógica debería concluir que usted no está leyendo este artículo, pues la vida y la civilización en la Tierra ya habrían acabado, de acuerdo con esas mismas creencias aterradores.
Rio de Janeiro ” Cuando mi instrumento de trabajo era la máquina de escribir, yo me sentaba delante de ella, ponía una hoja de papel en el rollo, escribía lo que tenía que escribir, sacaba el papel, leía lo que había escrito, aplicaba el lápiz sobre los xxxxxxxx o hacía eventuales enmiendas y, si fuera preciso, pasaba el texto en limpio. Lo releía para ver si estaba bien, cerraba la máquina, entregaba la materia y me iba “a la vida” .
El montaje escénico hecho en París para imponer una dictadura verde universal no consiguió engañar a la opinión pública, que acompañó con un supremo desinterés los desatinos ambientalistas de esa asamblea planetaria.
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, centro en donde estudiaba Saray González
Si ya era estremecedor el relato de la muerte de la joven Saray al producirse hace dos semanas en Gran Canaria, más lo es ahora que el caso parece resuelto con la confesión de su autor: la mató tras enfadarse con ella y perder en un videojuego al que estaba jugando en red.