Navidad y Fátima: aparentes “utopías” , esplendorosas realidades
Nuestra indeclinable certeza del triunfo universal de la Iglesia Católica y de una inminente restauración del Orden cristiano, puede hacer aflorar en muchos espíritus una objeción ”a veces explícita, a veces subconsciente”: si consideramos la pavorosa decadencia del mundo actual, ¿esa esperanza no es un sueño utópico, una quimera irrealizable?
Aludiendo a esa dificultad Plinio Corrêa de Oliveira hacía notar, en primer lugar, que crece el número de intelectuales de varias disciplinas ”sociólogos, filósofos, de ciencias políticas” que sostienen que aún cuando una utopía sea algo irreal (lo dice su etimología griega outopos: lo que no se encuentra en ningún lugar), ella es indispensable para cualquier pueblo. Y que un pueblo sin “utopía” , en el sentido de un ideal trascendente, no deja marca en la historia. Y más vale la pena ir andando detrás de una utopía que detrás de realidades concretas, en el fondo esterilizantes. Él apreciaba mucho esa tesis.
Pero además, añadía el líder católico, “la utopía deja de ser utopía en función de lo sobrenatural, y por lo tanto del milagro, de la gracia. Sin la gracia, ella sería una idea amarga. Porque nuestras almas se encantan con eso [el Reino de María, prometido en Fátima], pero verifican lo que parece una evidente imposibilidad de que se realice. Pero con la gracia, la “utopía” se torna realidad” .
La ocasión en que más se hace sentir en la vida de la Iglesia y de la Cristiandad esa idea de utopía hecha realidad, es en la noche de Navidad. En esa noche santa y bendita entre todas sucede, en efecto, algo no sólo inesperado sino totalmente inimaginable:
“Es como si por el poder de Dios, una inmensa imposibilidad se volviese posible, y bajase del Cielo sobre la Tierra un torrente de gracias que hace que todo aquello que nosotros juzgaríamos sueños imposibles se tornen realidades maravillosas.
“¿Por qué? ” Porque ’aparuit Salvator Noster Domini Nostri Jesu Christi’. El Salvador, que se encarna de una Virgen y que nace como Dios hecho hombre, y que viene a traer todo cuanto Él nos trajo [la Redención], es una realidad más audaz que cualquier utopía, pero que la gracia, el milagro, el poder de Dios hacen realidad” , explica el Dr. Plinio.
“Esos espíritus que piensan que la realidad concreta y palpable es la única realidad no perciben que ellos reducen la realidad y pierden lo mejor de ella. Ellos hacen un raciocinio ateo, como si Dios no existiese.
“Pero cuando se tiene fe y se cree, todo es diferente. Las aparentes utopías se tornan realidades esplendorosas. Esa es una de ellas.
“Aquí yo querría ayudar a algunos entre nosotros a corregir los propios criterios, y entender que se debe raciocinar en función de un mundo creado por Dios, vuelto hacia Dios, en el cual Dios, por Sí, por sus Ángeles, por sus santos, interviene activamente.
“Y que, por tanto, los vuelos más extraordinarios del espíritu de fe vuelven las realidades practicables, y el gran consuelo de la vida humana no es el de realizar el sueño de tener un automóvil nuevo o tener no se qué: es el de ver realizadas sus ’utopías’, entre comillas.
“El espíritu utópico en el buen sentido de la palabra, viene a ser el espíritu de fe” [*].
Ese es el nexo profundo entre Navidad y Fátima. La milenaria promesa de un Redentor se volvió realidad en la Nochebuena, superando las más osadas expectativas de los hombres de Fe. La promesa de una era de gloria para la Iglesia, enunciada en Fátima, también se hará realidad de una forma que excederá a todo cuanto podamos imaginar de maravilloso.
[*] Extracto de grabación de reunión del 12-10-1989, sin revisión del autor.
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Portada del sitio Formación católica Navidad 2014
Mensajes
1. Navidad y Fátima: aparentes “utopÃas†, esplendorosas realidades, 23 de diciembre de 2014, 19:30, por Laura Patricia Blumetti
Claro que sÃ!!! esta utopÃa que viene de lo sobrenatural tiene la certeza de cumplirse porque es Promesa de nuestro Señor Jesucristo. Que el Divino Niño Jesús nazca en nuestros corazones esta noche de Navidad.!!!! Bendita y Santa Navidad para todos.
2. Navidad y Fátima: aparentes “utopÃas†, esplendorosas realidades, 25 de diciembre de 2014, 13:51, por JOSE VICTOR HUGO Và ZQUEZ MATAMOROS
Mi mas sincero reconocimiento por abrir mis ojos y mi espÃritu a tan grandiosa revelación. No cabe duda que las Palabras de Vida Eterna se cumplen "utópicamente" al señalarnos lo siguiente: "Yo te bendigo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a los pequeños" y lo cito en referencia a lo que he vivido estos últimos años, no tanto en cuestiones de nuestra fe, sino de lo que hacemos, en lo que trabajamos, a lo que nos dedicamos, y que muchas de las veces no empatamos o alineamos con nuestras creencias. Precisamente yo hacÃa este señalamiento en materia de los Derechos Humanos, los cuales consideraba, hasta antes de esta providencial lectura, una "utopÃa inalcanzable para la humanidad", que a pesar de las luchas, señalamientos, leyes, reformas y esfuerzos por hacerlos posibles, o llevarlos a la realidad, partiendo del respeto a la vida, la dignidad de la persona, la alimentación, salud, educación y toda la lista de los que han sido "reconocidos" por los organismos internacionales y los gobiernos, jamás llegarÃamos a ser respetados Ãntegramente como personas, como seres humanos, como criaturas de Dios, hechos a su imagen y semejanza, en todo tiempo y lugar, ya que diariamente vemos como "desaparecen personas", otros son masacrados, asesinados, muchos mueren de hambre, otros por la guerra, otros son silenciados, extorsionados, explotados, violados, sufren la trata de personas, son prostituid@s, o les extirpan sus órganos, y mucho más. Sin embargo, a la luz de la fe, que esta extraordinaria lectura nos muestra, el respeto a los derechos humanos es posible, y esta utopÃa se hará realidad y se cumplirá paulatinamente, a pesar de quienes estén empecinados en desviar la importancia sobre todas las instituciones, especies y recursos naturales y materiales, del significado y valor que representa la persona, el ser humano, la obra máxima de Dios. Gracias por esta reveladora orientación, que hace que mi vida ahora de un giro completo y agregue el ingrediente de la fe a la lucha por la defensa, promoción y respeto de los derechos humanos, en una realidad más que "sólo el poder de Dios hará posible y se torne en una realidad maravillosa". Su hermano VÃctor Vázquez M.
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