LAS METAS DE LA REVOLUCIÓN HOMOSEXUAL AL DESCUBIERTO

“Unión civil”: ¿Tema de vida privada? ¿O paso inicial hacia la destrucción del matrimonio?

El congresista Carlos Bruce volvió a la carga como abanderado de la revolución homosexual. Esta vez lo hace con un proyecto de “unión civil” entre personas del mismo sexo. Previendo el rechazo que su propuesta generaría, aclaró que no contiene “ninguna referencia al matrimonio ni a la adopción de menores”. Pero no cabe duda de que tal proyecto es un primer paso hacia el seudo matrimonio —como ya ocurrió en Francia y otros países—, ya que según afirmó, busca crear “un nuevo tipo de familia” con derechos “parecidos a los de un matrimonio” [4].

Algún tiempo antes el mismo Bruce, entrevistado sobre el mismo tema, a la pregunta “¿Considera la unión civil como el primer paso para el matrimonio [homosexual]?” respondió afirmativamente: “creo que la unión civil es el primer paso” [5]. Por la boca muere el pez: sólo un tonto puede creer que esta ofensiva no irá hasta la parodia matrimonial —y más lejos aún, como veremos.

¿Asunto de “vida privada” o comportamiento público?

Estos son los promotores del malhadado proyecto de ley de Unión Civil: los congresistas Carlos Bruce, Elías Rodríguez, Mauricio Mulder, Luciana León, Renzo Reggiardo y Javier Velásquez Quesquén.

Sabiendo que esa “unión civil” es masivamente repelida por la población, sus defensores suelen apelar al sentimentalismo, afirmando que lo único que piden es “tolerancia” para “poder vivir su vida privada, sin afectar la de los demás”.

La formulación es engañosa. De hecho, dar visos de legalidad a las conductas homosexuales excede del ámbito privado —señala con acierto un pronunciamiento de la Santa Sede— porque hace de ellas un “comportamiento público, legalmente previsto, aprobado y convertido en una de las instituciones del ordenamiento jurídico”.

Este carácter público, agrega el texto vaticano, es más grave y de mayor alcance que el privado porque influencia el comportamiento de toda la sociedad, al generar “modificaciones contrarias al bien común de toda la organización social. Las leyes civiles son principios estructurales de la vida del hombre en sociedad, para bien o para mal”. Y por eso “desempeñan un papel muy importante y a veces determinante en la promoción de una mentalidad y de unas costumbres”. Cuando las leyes regulan formas de vida, “tienden a modificar en las nuevas generaciones la comprensión y valoración de esos comportamientos”. En consecuencia, la legalización de las uniones homosexuales llevará al “obscurecimiento de la percepción de algunos valores fundamentales y la desvalorización de la institución matrimonial”. Y el Estado que la apruebe falta gravemente a su “deber de promover y tutelar una institución esencial para el bien común como es el matrimonio” [6].

Estas palabras ya bastarían para persuadir a nuestros legisladores —al menos los que se dicen católicos (y también a quienes en el campo eclesiástico se muestran desconcertantemente concesivos en ese tema [7])— de que deben rechazar de plano el proyecto. Pero hay más. Los promotores de esa espuria unión civil no apuntan apenas al “matrimonio”. Sus objetivos van mucho más lejos: a la destrucción del propio matrimonio, de la familia y de la sociedad.

El objetivo real: “muerte” del matrimonio, “abolición” de la familia

¿Por qué? ¿De qué manera? – Todas las etapas del proceso revolucionario, explica Plinio Corrêa de Oliveira, han sido y son un “refinamiento matricida” de la etapa anterior: al mismo tiempo la exacerban y la destruyen. Por ejemplo, el comunismo es hijo de la Revolución Francesa, pero al llevar al extremo sus principios igualitarios terminó matando el régimen sociopolítico y económico que aquella había engendrado.

De la misma manera, alcanzado el objetivo “matrimonial” se buscará, en la etapa siguiente, replantear el propio matrimonio. Y ese insensato curso de cosas seguirá hasta hacer añicos las nociones auténticas de matrimonio y familia.

Si alguien dudara de lo que afirmamos, le invitamos a leer lo que dicen al respecto los principales activistas de la revolución homosexual: su extremismo destructor queda al descubierto.

1. Muerte del matrimonio, “progreso” hacia la utopía igualitaria – Lograr “que todos opten por no casarse preparará un camino más rápido para el progreso, pues sólo la muerte del matrimonio puede traer consigo el amanecer de la igualdad para todos” – Dra. Meagan Tyler, catedrática de Sociología y feminista radical [8].

2. ¿Quién necesita el matrimonio? – “La verdadera cuestión que debe ser debatida no es si debe permitirse el matrimonio gay, sino si el matrimonio es algo que aún necesitemos” – David Vakalis, profesor de Sociología y activista por reivindicaciones homosexuales [9].

3. Redefinir la institución – “Un punto medio podría ser luchar por el matrimonio entre personas del mismo sexo y sus beneficios, y una vez obtenido, redefinir la institución del matrimonio completamente, para exigir el derecho a casarse no como una forma de adherir a los códigos morales de la sociedad sino, más bien, para desacreditar un mito y alterar radicalmente una institución arcaica. [Legalizar el "matrimonio" homosexual] es también una oportunidad para transformar completamente la definición de familia en la cultura norteamericana” – Michelangelo Signorile, periodista y activista homosexual [10].

4. Defendemos la destrucción – “Y después de todo, defendemos la destrucción del papel central del matrimonio y la unidad nuclear familiar” – Ryan Conrad, activista homosexual [11].

5. Abolir la distinción entre casados y otras uniones – “Pero tal vez el siguiente paso no sea expandir nuevamente la estrecha definición de matrimonio, sino abolir enteramente la falsa distinción entre familias casadas y otras formas de unión igualmente válidas pero no reconocidas” – Sally Kohn, escritora y activista homosexual , en su artículo “¡Más bien, liberémonos del matrimonio!” [12].

6. La muerte del matrimonio oficial – “¿No sería la mejor solución la muerte del matrimonio como institución oficial, aun para personas heterosexuales? (...) Descarten el registro civil; no hagan distinciones entre ciudadanos casados y no casados a los ojos del Estado” – Alex Gabriel, escritor y activista homosexual [13].

7. Echemos leña al fuego – “El matrimonio es el proverbial edificio en llamas. Los homosexuales, en vez de tocar la puerta para poder entrar... ¡deberían echar leña al fuego!” – Conferencia Nacional de Resistencia Organizada [14].

8. Una revolución moral – “El movimiento gay, lo reconozcamos o no, no es un movimiento de derechos ciudadanos, ni siquiera uno de liberación sexual, sino una revolución moral que apunta a cambiar la visión que la gente tiene sobre la homosexualidad” – Paul Varnell, activista pro-homosexual [15].

9. Abolir la familia – “Nuestro objetivo debe ser la abolición de la familia, para que así el sistema sexista de supremacía masculina no pueda criarse en ella” (significativamente, “¡Abolición de la familia!” es uno de los lemas del Manifiesto de los comunistas de 1848) – Frente de Liberación Gay: Manifiesto, Londres, 1971 – revisado en 1978 [16].

10. Transformar la sociedad – “Ser homosexual significa empujar los parámetros del sexo y la familia, y durante el proceso transformar el propio tejido social. (...) Debemos mantener nuestros ojos en la meta (...) de reordenar radicalmente la forma como la sociedad ve la realidad" – Paula Ettelbrick, activista LGTB [17].

11. El matrimonio no debería existir – “El matrimonio homosexual es una mentira” ... “Luchar por el matrimonio gay generalmente implica mentir sobre lo que haremos con el matrimonio cuando lo consigamos, porque nosotros mentimos diciendo que la institución del matrimonio no va a cambiar, y eso es mentira” (...) “Es obvio que la institución del matrimonio no debería existir (...). La institución del matrimonio va a cambiar y debe cambiar. Y repito, no creo que deba existir” – Masha Gessen, periodista lesbiana [18].

12. Hacia la promiscuidad total – “La pareja, en una perspectiva feminista, es una institución a ser destruida” - Laure Pora, travesti francés, feminista radical, miembro del Nuevo Partido Anticapitalista – NPA, y presidente de Act Up – París [19].

* * *


A confesión de parte, relevo de prueba, dice el refrán jurídico. Estas declaraciones hablan por sí: en ellas, el lobby homosexual se desenmascara y muestra su verdadero rostro anárquico. Ahora cabe al señor Bruce y los demás promotores de la “unión civil” responder. ¿Esto es lo que quieren imponer al Perú?


Sobre este tema le recomendamos leer el clarísimo artículo del Dr. Francisco Tudela, "LA UNIÓN CIVIL COMO FICCIÓN JURÍDICA"

Por qué debemos oponernos al "matrimonio" entre personas del mismo sexo y al movimiento homosexual

¡Defendamos la familia!

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Autor: Comisión de Asuntos Americanos de la TFP Norteamericana

 

Descripción: La obra tiene
como principal objetivo defender el matrimonio y la familia. Nos explica cómo surgió el movimiento homosexual, qué principios lo inspira, con qué estrategias planean cambiar la sociedad. Analiza los argumentos del llamado "matrimonio homosexual" y demuestra cómo este movimiento es perjudicial para el bien común.







[5Bruce: “La unión civil es el primer paso”, “Perú 21”, 21 de enero de 2011, http://peru21.pe/noticia/701766/bruce-union-civil-primer-paso

[6CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales, 3 de junio de 2003, www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20030731_homosexual-unions_sp.html





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