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12 de septiembre de 2011, 05:37, por El Memorioso
Sin dudas que la progresÃa autodemoliente de lo católico está en retirada, porque se cumplió el tiempo suficiente para que su gramscianismo careta se desenmascare. Y gran parte de esta retirada se debe al vigor del Magisterio de Juan Pablo II y Benedicto XVI y a la suma de Obispos, sacerdotes y laicos fieles, "cristifideles laici". Tiene toda la razón el cardenal Cipriani, las Universidades católicas tienen que ser tales. Cuando esto vuelva a suceder en las congregaciones y órdenes, que se renueven, sÃ, pero dentro de la Iglesia, también habrá reidentificación y renovación, y vocaciones. Como escribo desde Argentina, uno ve que congregaciones como el Verbo Encarnado, Opus Dei, FASTA, Schönstatt, y otras, de claro sesgo y mirada católica, se llenan de vocaciones, mientras que muchas otras, copadas por la progresÃa, languidecen y agonizan. Pero para convertirse, para rectificar, hay que ser noble y magnánimo, cosa que en los "progres" brilla por su ausencia.
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Sin dudas que la progresÃa autodemoliente de lo católico está en retirada, porque se cumplió el tiempo suficiente para que su gramscianismo careta se desenmascare. Y gran parte de esta retirada se debe al vigor del Magisterio de Juan Pablo II y Benedicto XVI y a la suma de Obispos, sacerdotes y laicos fieles, "cristifideles laici". Tiene toda la razón el cardenal Cipriani, las Universidades católicas tienen que ser tales. Cuando esto vuelva a suceder en las congregaciones y órdenes, que se renueven, sÃ, pero dentro de la Iglesia, también habrá reidentificación y renovación, y vocaciones.
Como escribo desde Argentina, uno ve que congregaciones como el Verbo Encarnado, Opus Dei, FASTA, Schönstatt, y otras, de claro sesgo y mirada católica, se llenan de vocaciones, mientras que muchas otras, copadas por la progresÃa, languidecen y agonizan. Pero para convertirse, para rectificar, hay que ser noble y magnánimo, cosa que en los "progres" brilla por su ausencia.