AMBIENTALISMO

¡“Profecías” catastróficamente equivocadas que no desaniman al catastrofismo verde! -1

Luis Dufaur (*)

¿Qué profetizaban los heraldos del catastrofismo en el primer Earth Day ("Día de la Tierra") realizado en 1970? Todo les falló, pero ellos siguen adelante, insensibles al fiasco.

Si usted, estimado lector, cree en el "calentamiento global", el inminente languidecer del planeta, el derretimiento de los polos, la desertificación de la Amazonía y otros escenarios de pánico ambientalista, en sana lógica debería concluir que usted no está leyendo este artículo, pues la vida y la civilización en la Tierra ya habrían acabado, de acuerdo con esas mismas creencias aterradores.

Usted también debería creer que el planeta se ha convertido en un astro muerto, inhabitado e inhabitable, o, en el mejor de los casos, que los últimos humanos estarían muriendo de hambre y sed, a razón de 100 o 200 millones por año, en una atmósfera mortalmente contaminada y en un desierto cubierto de cadáveres insepultos, en medio de una Era Glacial.

Entonces, ¿qué hace el amigo lector frente a la pantalla de su dispositivo electrónico, después de celebrar las fiestas de Año Nuevo?

La pregunta puede parecer atrevida de nuestra parte, pero en realidad no lo es.
Esto está escrito, anunciado y profetizado en libros, ensayos, entrevistas de radio y televisión, en una fecha en que Internet y las redes sociales virtuales eran un sueño utópico.

Sí, en 1970, cuando nació el primer “Día de la Tierra”, los infalibles gurús, adivinos y profetas del Apocalipsis Verde anunciaban la inevitable agonía y extinción de la humanidad y de toda civilización en un plazo máximo de 30 años.

Hoy estos mismos heraldos de catastrofismo poco se incomodan por haberse equivocado –¡y cuán catastróficamente! Ellos están en los gobiernos, en la ONU, en las ONGs, leen las encíclicas verdes y repiten incansablemente la misma música de su organillo.

¿Qué profetizaban los heraldos del catastrofismo en el primer Día de la Tierra de 1970? Todo falló, pero ellos siguen insensibles al fiasco. 

Sí, del organillo que usted y yo estamos desmintiendo por el simple hecho de existir. Veamos.

El 22 de abril de 1970, densas turbas de activistas “pacifistas” –pro Unión Soviética, naturalmente–, de hippies intoxicados, de abortistas frenéticas, de fans de los Beatles, de la marihuana, de Charles Manson y Anton LaVey, salieron a las calles en los Estados Unidos clamando por el fin del orden civilizado en el nombre del Flower Power –el “poder de las flores”–, de la droga y de la anarquía.

Una contracultura basada en profecías que nunca se cumplieron. El Earth Day 1970 en Ohio.

Pronunciaban una palabra que pocos conocían bien, pero que hoy está en boca de todos: environment o "medio ambiente".

El evento marcó el nacimiento del ambientalismo moderno como movimiento. Bajo el influjo de esas marchas, pronto se creó la Environmental Protection Agency – EPA (Agencia de Protección Ambiental), una especie de matriarca de los actuales ministerios de Medio Ambiente de todo el mundo. También se aprobaron las leyes de “Aire Limpio, Agua Limpia” y de “especies en peligro de extinción” (algunas, de hecho, razonables).

“Era una apuesta arriesgada, pero funcionó”, dijo Gaylord Nelson, más tarde senador por Wisconsin, considerado el padre de la idea del “Día de la Tierra”.

Desde entonces se han celebrado 45 "Días de la Tierra" cada 22 de abril, siendo promovidos, desde 2010, por la Earth Day Network (Red del Día de la Tierra).

¿Qué fue lo que motivó aquella manifestación inicial de 1970?

El periodista Ronald Bailey, premiado por sus trabajos en materias científicas, indagó qué decían los pensadores y líderes del movimiento ambientalista en 1970. Publicó los resultados de su investigación acerca del “año fatídico” 2000, en el artículo Earth Day, Then and Now (“Día de la Tierra – Entonces y ahora”), en la revista “Reason Magazine”.

En 2015, el Dr. Mark J. Perry, profesor de Economía y Finanzas en la Universidad de Michigan, recuperó el trabajo de Bailey y quedó asombrado con “el torrente de predicciones apocalípticas” no verificables y nunca confirmadas, propaladas por los grupos contestatarios verdes en 1970.

Perry confeccionó una lista de las 18 previsiones más famosas y estrambóticas, porque, según él, “los profetas del fin del mundo no sólo estaban equivocados, sino espectacularmente equivocados”. Y las publicó en la revista del American Enterprise Institute.

Una nueva revolución comenzó entrelazada con el hippismo, la marihuana, el amor libre y el pacifismo pro-soviético. Día de la Tierra 1970 en Nueva York.

Hélas aquí:

1. En 1970, el biólogo de Harvard George Wald creía que “la civilización llegaría a su fin dentro de 15 o 30 años, en caso de que no se aplicasen las medidas necesarias ante los problemas que enfrentaba la humanidad”.

2. “Estamos en una crisis ambiental que amenaza la supervivencia de nuestra nación y de todo el mundo como lugar habitable para los humanos” –defendía el biólogo Barry Commoner, de la Universidad de Washington, en la revista académica “Environment”.

3. Al día siguiente del primer “Día de la Tierra”, el diario “The York Times” alertó en su editorial: “El hombre debe detener la contaminación y preservar sus recursos (...) para salvar a la raza humana de un deterioro intolerable y su posible extinción”.

(Sea dicho de paso, hoy en día el “cuco” no es tanto la contaminación como el CO2, y referirse a “la raza humana” pasó ahora a ser un crimen verde llamado especismo. Según los ambientalistas se trata de una nueva, y la peor, “discriminación racial”: creer que la humanidad es superior a las especies animales o vegetales. Cambian las palabras, pero el organillo sigue tocando...

4. “De modo inevitable y completo, la población crecerá más que cualquier aumento en la producción de alimentos”, profetizaba para la revista “Mademoiselle”, en abril de 1970, el endiosado gurú del catastrofismo, Paul R. Ehrlich. “La mortalidad a causa del hambre alcanzará en los próximos diez años al menos a 100 o 200 millones de personas anualmente”, agregó.

Los grandes medios de comunicación dieron una cobertura excepcional al 1º Earth Day, con comentarios incluso delirantes.

5. “La mayoría de las personas que van a morir en el mayor cataclismo de la historia humana ya han nacido”, escribió el mismo Ehrlich en 1969 en su ensayo “¡Eco-Catástrofe!”.

6. Pero el escenario más alarmista fue esbozado por Ehrlich en la edición especial de la revista “The Progressive”, dedicada al Día de la Tierra de 1970. Él aseguró a los lectores que entre 1980 y 1989 morirían cerca de 4 mil millones de personas, entre ellos 65 millones de norteamericanos, en lo que él llamaba el “Great Die-Off” (algo así como “la gran muerte final”).

7. “Es demasiado tarde para evitar una hambruna masiva”, declaraba a su vez Denis Hayes, organizador principal del Día de la Tierra, en la revista “The Living Wilderness”, número de primavera de 1970.

Forzados por el número desbordante de exageraciones engañosas y fraudulentas, tuvimos que dividir este artículo en dos partes.

En breve continuaremos.


(*) http://ecologia-clima-aquecimento.blogspot.com.br/2016/01/profecias-catastroficamente-erradas-nao.html









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