De vez en cuando se intenta desmentir que el Santo Sudario de Turín sea realmente el lienzo que amortajó el sagrado cuerpo de Nuestro Señor. Pero la ciencia deshace todos esos intentos, con evidencias aun más concluyentes de que la preciosa reliquia de la muerte del Redentor es verdadera. A continuación reseñamos las principales pruebas de su autenticidad, aportadas por los mayores estudiosos del tema.
Hay varias invocaciones de San José que podríamos considerar. Creo que, entre esas invocaciones, ninguna es más bonita que "Protector de la Iglesia Católica".
El protector de algo es, de algún modo, un símbolo de aquello que protege. Consideren Uds., por ejemplo, alguien que sea guardia de la reina de Inglaterra. Él, de algún modo, toma en sí algo de la realeza de la reina; ¡es un honor ser guardia de la reina! Para ello se escogen los individuos más capaces, los que tengan más coraje, los que en las guerras probaron mayor dedicación a la Corona inglesa. Estos son los invitados a ser guardias de la reina.
A nadie escapa que la Iglesia Católica vive hoy días tormentosos, marcados por persecuciones cruentas en Asia y África e incruentas ” pero no menos ensañadas ” en el Occidente laicizado, y agravados por graves disensiones internas como las que estallaron en el último Sínodo Extraordinario de obispos, realizado en Roma en octubre pasado.
Todos esos hechos sacuden la Barca de Pedro y proyectan sobre ella amenazas de zozobra.
El proyecto de “unión civil” entre personas del mismo sexo, sometido el día 10 de marzo a votación en la Comisión de Justicia del Congreso nacional, fue descartado por mayoría absoluta de votos (7 contra 4 y dos abstenciones).
Según su autor, el parlamentario Carlos Bruce, la iniciativa pretendía establecer nada menos que “un nuevo tipo de familia” ; una “familia” de ficción, sin base real, que nunca existió en la milenaria historia humana, ni podría existir por ser antinatural.
Con la obvia intención de amedrentar al público occidental, proliferan las noticias sobre jóvenes musulmanes de Europa y Estados Unidos que dejan sus países para incorporarse a la horda asesina del “Estado Islámico” (EI). Pero poco se habla del fenómeno opuesto, los jóvenes europeos y americanos que, tomados de verdadero idealismo, se enrolan en las milicias cristianas surgidas en Irak y Siria para defenderse de ese fanatismo genocida.
Aldeana vestida con decencia y sensata simplicidad, en la cual se nota una compostura que, más que en el traje, se hace patente en la mirada serena, firme, profunda, pura y equilibrada hasta el más alto grado: su nombre llenó su siglo, se perpetuó en el nuestro, y brillará mientras el mundo sea mundo. En el Cielo los ángeles lo cantan con loor.
La lectura de la autobiografía de Muhammad Moussavi, que narra su conversión del Islam al catolicismo, es fascinante. Ella nos muestra el poder de la gracia cuando encuentra la cooperación del hombre, como también la dureza terrible de la ley islámica y de la persecución movida en su nombre contra los cristianos. “El Precio a pagar” , título del libro, resume muy bien todo lo que esta alma de elección tuvo que pasar para ser fiel al llamado de la gracia.
Vimos en artículo anterior que las izquierdas sufren en todo el mundo una crisis de respaldo ciudadano. Y dejamos para tratar más detenidamente el país de América donde esa crisis ”exceptuando quizás Venezuela” se manifiesta con mayor agudeza, nuestro vecino Brasil.
Cada vez más se discute si la arquitectura llamada “moderna” no rebaja y deshumaniza al hombre, al ignorar su dimensión espiritual centrándose en aspectos puramente físicos y materiales. En el notable artículo que sigue, el autor ilumina el tema con la claridad y el acierto que le son característicos.
La horrenda masacre perpetrada el día 7 de enero por extremistas islámicos contra personal del semanario satírico “Charlie Hebdo” , sumada a otros dos atentados terroristas, causó enorme conmoción y justificado repudio mundial, al punto de ser llamada “el 11-S francés” .
El 2014 será recordado como el año en que la izquierda internacional se reveló al mundo como un “ídolo con pies de barro” : auge de control de los centros internacionales de poder, mientras que su base se descompone y diluye inexorablemente.
No hay ser humano más débil que un niño. No hay habitación más pobre que una gruta. No hay cuna más rudimentaria que un pesebre. Sin embargo, este Niño, en aquella gruta, en aquel pesebre, habría de transformar el curso de la Historia.