DESPUÉS DEL "BAGUAZO"

Manifiesto de Tradición y Acción repercute en todo el país

Como informamos en nuestro número anterior, en junio Tradición y Acción emitió un pronunciamiento sobre los trágicos sucesos de Bagua, "El Perú en la mira de la neo revolución seudo indígena", publicado a página completa en diarios de Lima, Arequipa, Trujillo, Cusco y Cajamarca [1].

Su efecto fue inmediato, y sumamente benéfico; pues permitió que el público nacional —estupefacto frente a ese inédito estallido de violencia y salvajería— comprendiese que no se trató de un hecho aislado, sino de un episodio pionero de una nueva etapa revolucionaria, prevista desde hace mucho por los ideólogos del comunismo: es la revolución neo tribal y anárquica que allí mostró sus garras, apoyada por la teología de la liberación y ONGs ambientalistas.

Las repercusiones recibidas—llamadas telefónicas, mensajes de internet, contactos personales, etc.—coincidieron en destacar la claridad, la seriedad y el acierto del manifiesto.

Los sectores de izquierda no osaron refutarlo, limitándose a las consabidas expresiones de irritación. Fue muy expresiva una repercusión de Cajamarca: en esa ciudad un sacerdote de la teología de la liberación, bien conocido por sus ambiciones políticas, llevó el manifiesto a su clase de Ética en la universidad, lo leyó a sus alumnos y, para sorpresa de éstos, reconoció llanamente que no tenía argumentos para rebatirlo.

Pero tal vez fueron las repercusiones indirectas las que, paradójicamente, más demuestran la resonancia del manifiesto. Después de su publicación autoridades nacionales, políticos, periodistas, etc., comenzaron a adoptar sus argumentos —y hasta algunas de sus expresiones textuales— al referirse al tema. Evidencias presentadas por diversas autoridades confirmaron también que la protesta indígena, tal como lo denunciaba el texto, había sido promovida por una fuerza extraindígena y extranacional, aliada a la teología de la liberación. Asimismo, comenzaron a ponerse en práctica varias de las propuestas contenidas en el manifiesto. Y al día siguiente de su publicación en Cusco —significativa coincidencia— una protesta de comuneros de Sicuani, de connotación indigenista-violentista, cesó de improviso, tras haber quedado al descubierto la motivación ideológica de sus instigadores.

En síntesis, hoy ya es indiscutible lo que el pronunciamiento de Tradición y Acción afirmaba: los hechos de Bagua forman parte de una estrategia revolucionaria, que utilizó a los nativos como masa de maniobra a favor del nuevo psicoterrorismo ambiental, para empujar el mundo hacia nuevas formas anarco-indigenistas de comunismo.

Cumplimos así con haber alertado a la opinión nacional sobre esa nueva estrategia revolucionaria, que busca apartar al Perú de su destino de gran Nación católica. Este aporte de Tradición y Acción ha contribuido, junto con los de otras entidades públicas y privadas, a crear el clima propicio para que el debate del tema amazónico se encauce en sus verdaderos carriles, de manera seria y desapasionada.

No obstante, tengamos bien presente que la batalla recién comienza, y que los adversarios del Perú católico y civilizado no descansan. Para vencer esta neo-revolución tribalista se requerirá el esfuerzo conjugado de todos los peruanos de bien, ideas claras, y suma vigilancia.







[1"Correo", Lima, 19-6-2009; "El Nuevo Norte", Trujillo, 6-7-2009; "Diario del Cusco",3-7-2009; "Correo", Arequipa, 11-7-2009; "El Mercurio", Cajamarca, 13-7-09.





Portada del sitio Especiales 2009 - El Baguazo



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