El aborto y la polarización cultural en los Estados Unidos
La polarización de los Estados
Unidos en torno de temas morales es un hecho, como lo demostró
la masiva participación de 300 mil personas -en su gran mayoría
jóvenes- en la "Marcha por la Vida" realizada en enero pasado
en Washington: fue la más concurrida desde el inicio de esas marchas
anuales, en las cuales la presencia católica es predominante.
Escandalosa distinción católica a presidente abortista
Otro episodio reciente de esta
denominada guerra cultural -que es en realidad un enfrentamiento
moral y religioso-, nos revela su dimensión y profundidad: fue la
masiva reacción del público al doctorado Honoris Causa otorgado al
presidente norteamericano Barack Hussein Obama por la Universidad de
Notre Dame -una de las más antiguas (1842) y prestigiosas universidades
católicas de Estados Unidos- el pasado 17 de mayo.
Siendo Obama un político notoriamente
abortista, tal distinción, concedida por una gran institución católica,
resulta simplemente escandalosa. Así lo entendieron cientos de miles
de católicos norteamericanos, que de diversas maneras hicieron llegar
sus protestas al rector de la Universidad, P. John Jenkins CSC, solicitándole
revocar la invitación. Entre ellos se destacan nada menos que 83 obispos -incluyendo varios cardenales y arzobispos-, y diez sacerdotes de
la Congregación de la Santa Cruz, a la que pertenece la Universidad,
todos los cuales condenaron el acto en términos inusualmente severos.
Por ejemplo el Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica
de la Santa Sede, Mons. Raymond Burke, calificó la invitación como
"gravísimo escándalo", señalando que "las instituciones católicas
no pueden ofrecer ninguna tribuna, ni mucho menos honores, a quienes
enseñan y actúan públicamente contra la ley moral". Pero el P.
Jenkins no volvió atrás, escudándose en una caprichosa distinción
entre Obama presidente y Obama político, que sólo sirvió para atraerle
más críticas.
Vox populi, vox Dei: La masiva reacción católica
Finalmente, el día de la ceremonia,
miles de manifestantes pro vida venidos de todo el país se apostaron
a lo largo de los 8 kms. de la carretera que une el aeropuerto de South
Bend, en Indiana, a la Universidad, así como en las calles que
la circundan, para expresar su protesta ostentando fajas y pancartas
alusivas al genocidio abortista. Camiones exibiendo grandes outdoors
con mensajes pro vida circulaban constantemente por la misma carretera,
mientras una avioneta sobrevolava la zona desplegando una enorme faja
con similar contenido.
Por invitación de "ND Response" -coalición de 11 grupos estudiantiles de la Universidad-, una delegación
de la TFP norteamericana se hizo presente con sus símbolos característicos
y portando una réplica de la famosa Imagen Peregrina Internacional
de Nuestra Señora de Fátima, que en 1972 lloró milagrosamente en
Nueva Orleans. Una gran faja señalaba la razón de su presencia:
"Fieles católicos ofrecen reparación a Nuestra Señora por este
escándalo". Ubicados junto a los portones de la Universidad,
rezaron el rosario acompañados por estudiantes y público, y distribuyeron
a los asistentes un folleto bajo el título "¿Por qué llora Nuestra
Señora?", alusivo a la milagrosa lacrimación de dicha Imagen Peregrina,
ocurrida en 1972 en Nueva Orleans.
Actitudes ejemplares de autoridades y estudiantes
El obispo local, Mons. John
d’Arcy, debía participar de la ceremonia. Pero rehusó asistir -hecho
sin precedentes en la historia de la Universidad- dando como razón
que el presidente Obama, "mientras reivindica que hay que separar
la política de la ciencia, de hecho ha separado la ciencia de la
ética, y ha conducido al gobierno norteamericano, por primera vez en
su historia, a apoyar la destrucción directa de vida humana inocente".
Otra gran ausencia fue la de la ex Embajadora de Estados Unidos ante
la Santa Sede y actual Presidenta de la Pontificia Academia para las
Ciencias Sociales, Mary Ann Glendon. Ese día, la Universidad le otorgaría
la honrosa medalla Laetare. Pero también rehusó el honor, como
expresión de su rechazo a la distinción a Obama, señalando que la
misma infringe una precisa determinación de la Conferencia Episcopal
de 2004, por la cual las instituciones educativas católicas no pueden
conferir honores a personalidades cuyas ideas y conducta atenten contra
principios morales de la Iglesia.
También un valiente y numeroso
grupo de graduandos rehusó participar de la solemnidad. Ellos organizaron,
a la misma hora, una ceremonia alternativa en un auditorio de la universidad
que reunió a cerca de 3 mil personas, en la cual el propio Monseñor
d’Arcy fue uno de los oradores. A su llegada, los estudiantes fueron
saludados con nutridos aplausos y músicas festivas ejecutadas por jóvenes
gaiteros y percusionistas de la fanfarria de la TFP.
El síntoma más sensible del
malestar causado por la distinción a Obama, es que más de 1400 ex
alumnos y donantes de Notre Dame han decidido cancelar sus contribuciones
a la misma mientras permanezcan las actuales autoridades, a las que
acusan de estar promoviendo la pérdida de la identidad católica de
la Universidad. Con ello Notre Dame pierde ingresos por al menos 14
millones de dólares [1].
Sana polarización hace decaer el abortismo
El episodio permite medir bien
la polarización ideológica que la reacción a la revolución cultural
anticristiana está produciendo en los Estados Unidos. Este fenómeno
hace que los abortistas pierdan terreno inexorablemente, pues a medida
que crece la discusión sobre el aborto, más norteamericanos abren
por fin los ojos a una realidad que por irreflexión y superficialidad
sólo veían a medias: que el aborto significa asesinar a un ser
humano inocente e indefenso, y por tanto no puede ser materia de
libre elección.
Así, una encuesta de Gallup
realizada en mayo reveló que por primera vez desde que realizan
sondeos de opinión sobre el tema, los anti-abortistas han pasado a
ser mayoría en los EE. UU. A la pregunta "En el tema del aborto
¿Ud. se consideraría pro libre elección o pro vida?", el 51%
respondió pro vida, y el 42% pro libre elección. La posición pro
vida subió 7% con relación al año pasado, mientras que la posición
liberal bajó 8%. Estas cifras son confirmadas por al menos otras cuatro
encuestas, realizadas el mismo mes, a cargo de Fox News, Rasmussen Report,
Pew Poll y AUL Poll [2]. Otros hechos confirman esta tendencia
(ver recuadro).
Sin duda, mucho de este vuelco
de opinión se debe a la meritoria y perseverante actuación de las
entidades pro vida en las últimas décadas, entre las cuales figura,
en primera fila, la TFP norteamericana. Y esta tendencia es irreversible,
pues caracteriza un rumbo de opinión que ya se observa en muchos otros
países, incluso en el Perú.
De mantenerse esta tendencia
en Occidente, la inicua ley de aborto vigente en los Estados Unidos
desde 1973 podrá tener sus sus días contados; mientras que los intentos
de despenalizar la matanza de los inocentes en otros países (por ejemplo
bajo pretextos "terapéuticos", como en el Perú) sólo podrán
llevarse a cabo de manera encubierta, mediante maniobras judiciales
o legislativas siempre realizadas a espaldas de la opinión pública.
Pero si los católicos sabemos mantenernos vigilantes, bastarán oportunas
denuncias para echar esos intentos por tierra.
[1] FOXNews.com, 17-05-2009.
[2] Ver detalles en http://www.operationrescue.org
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