MARAVILLOSA MUESTRA DEL PODER DE LA ORACIÓN

El estupendo milagro que posibilitó la canonización de los pastorcitos de Fátima

Plinio María Solimeo

El día 13 de mayo, cuando se conmemoraba el centésimo aniversario de la primera aparición de Nuestra Señora en Fátima, el Papa Francisco canonizó a Francisco y Jacinta Marto, dos de los tres pastorcitos a quienes la Virgen apareció, fallecidos respectivamente a la edad de 11 y 10 años.

El milagro que hizo posible esa canonización ocurrió en 2013 con un niño brasileño, y nos muestra —una vez más— el poder efectivo de la fe y la oración.

João Batista de Oliveira, padre de Lucas, el niño objeto del milagro, fue invitado por el Santuario de Fátima a asistir con su familia a la festiva ceremonia. En la ocasión, en una conferencia de prensa él contó, emocionado, los detalles de la milagrosa curación de su hijo.

Grave traumatismo craneano

De izquierda a derecha, Lucas (el niño que fue objeto del milagro) y sus padres, Lucila Yure y Juan Bautista de Oliveira

Todo comenzó el día 3 de marzo de 2013, cuando el pequeño Lucas, de poco más de cinco años de edad, jugaba con su hermanita Eduarda en la casa de la abuela, en la pequeña ciudad de Juranda, en el estado de Paraná, próxima a Campo Mourão, la cabecera regional. Al acercarse a una ventana Lucas perdió el equilibrio, y cayó de una altura de 6.50 metros.

Cuenta el padre que el pequeño “se golpeó la cabeza con el suelo, lo que le provocó un traumatismo craneano grave, con pérdida de tejido cerebral en el lóbulo frontal izquierdo”. Lucas fue llevado al hospital local y, ante la gravedad del caso, se lo transfirió al de Campo Mourão, a una hora de automóvil. Allí llegó “en estado de coma muy grave. Tuvo dos paros cardíacos” y fue sometido a una cirugía de urgencia, a pesar de que ese hospital de Campo Mourão tampoco está acondicionado para tratar de lesiones cerebrales complejas.

Los médicos dieron a los desolados padres pocas esperanzas de supervivencia del niño. Afirmaron que era muy alto el riesgo de que muriese, y en caso de sobrevivir quedaría para siempre en estado vegetativo, o con grandes problemas neurológicos y cognitivos.

Los esposos comenzaron entonces a rezar con mucha fe a Dios por medio de Nuestra Señora de Fátima, a la cual tienen gran devoción.

Las madres carmelitas rezan a los pastorcitos

Hombre de fe, João Batista cuenta que, “al día siguiente, llamamos al convento del Carmelo de Campo Mourão para pedir a las religiosas que orasen por el niño”. Pero “la hermana que respondió a la llamada no transmitió el recado a la comunidad”, debido a que “estaban en la hora de silencio, y ella pensó: ‘El niño va a morir. Voy a rezar por la familia’”. Solo al día siguiente pasó el mensaje a la comunidad.

Mientras tanto, refiere João Batista, “los días pasaban y Lucas empeoraba". Tres días después del accidente, el 6 de marzo, “los médicos pensaron en trasladarlo a otro hospital, ya que donde estaba no tenía los cuidados necesarios para su edad”.

Al día siguiente, 7 de marzo, agrega el padre, “volvimos a llamar al convento, y esta vez la monja transmitió el mensaje a la comunidad. Una de las religiosas corrió hacia unas reliquias de los beatos Francisco y Jacinta, que estaban colocadas delante del tabernáculo, y sintió un impulso de rezar la siguiente oración: «Pastores, salvad este niño, que es un niño como vosotros», y consiguió convencer a toda la comunidad de rezar para que los pastores intercediesen por él”.

El milagro

“Así lo hicieron, de la misma forma que todos nosotros, en la familia, que comenzamos a rezar a los Pastorcitos. Y, dos días después, el día 9 de marzo, a Lucas le retiraron los ’tubos’ y despertó bien, lúcido, y comenzó a hablar, preguntando por su hermanita. El día 11 de marzo salió de la UCI, y el día 15, fue dado de alta”. Del terrible accidente a la prodigiosa curación habían pasado 13 días: el número de Fátima...

Los padres de Lucas explicaron en Fátima el milagro por intercesión de los pastorcitos.

Desde entonces Lucas “está completamente bien, y no tiene ningún síntoma o secuela [...] Lo que Lucas era antes del accidente, lo es también ahora: tiene la misma inteligencia, el mismo carácter, es todo lo mismo”, afirmó João Batista.

“Los médicos, entre ellos algunos no creyentes, dijeron que su recuperación no tenía ninguna explicación por la ciencia médica.

João Batista y su mujer Lucila Yure están agradecidos a los médicos que atendieron a Lucas, como también al postulador de la causa de canonización de los pastorcitos, “por toda la atención prestada a lo largo de este proceso: Sentimos una gran alegría, porque este es el milagro que lleva a la canonización [de los pastorcitos], pero sobre todo sentimos la bendición y la amistad de estos dos niños que ayudaron al nuestro, y que ahora ayudan a nuestra familia”, terminó con una sonrisa João Batista acompañado de su esposa.

* * *


Una característica de la Iglesia Católica es el equilibrio entre sus opuestos armónicos, como pobreza y fausto, severidad y bondad, simplicidad y pompa, etc. Es lo que vemos también en Fátima: por un lado, el llamado a la conversión y la advertencia de los terribles castigos que deben sobrevenir a un mundo que se apartó de Dios y sus mandamientos; pero de otro lado, constantes manifestaciones de bondad y de misericordia sin límites —entre las que sobresale este milagro portentoso—, que nos maravillan y nos hacen presentir la inminencia del triunfo del Inmaculado Corazón de María, anunciado hace 100 años.


FUENTES:
1. http://www.carifilii.es/2017/05/11/los-medicos-decian-que-moriria-o-quedaria-vegetal-pero-poco-despues-corria-asi-fue-el-milagro-de-los-dos-pastorcitos/;
2. https://pt.zenit.org/articles/pais-da-crianca-miraculada-imensa-alegria-por-ser-este-o-milagre-da-canonizacao/









Portada del sitio Formación católica Hechos ejemplares



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