EL FUTURO DE LA FAMILIA EN CAUSA

Sínodo: comienza ahora el tiempo de las interpretaciones

Mathias von Gersdorff

El autor del artículo, Mathias von Gersdorff, con el Cardenal Raymond Burke.

Ayer [NT – sábado 24] por la tarde el Vaticano publicó la relación final del Sínodo de la Familia votada el mismo día. Todos los 94 puntos habían recibido la necesaria mayoría de dos tercios.

La "Relatio finale" no es un documento magisterial, sino una carta de sugerencias de los Padres Sinodales al Papa. En consecuencia, el texto puede ser utilizado en el modo que él considere oportuno. Podría, incluso, ser ignorado completamente; lo que sin embargo no es probable.

El texto es bastante largo y complejo. Aborda los múltiples problemas de las familias modernas en todo el mundo. De ahí que una correcta valoración requiera de una lectura serena y un estudio atento.

En lo que respecta a la agenda de la delegación “reformista” alemana, se puede decir que sus representantes (el Cardenal Marx, el Arzobispo Mons. Koch y el Obispo Mons. Bode) han recibido una brusca frenada.

Como lo he subrayado otras veces en este blog, la delegación de la Conferencia Episcopal Alemana pertenece claramente al ala progresista y trajo consigo una agenda típica del repertorio liberal.

Pero ha obtenido poco. Las propuestas del cardenal Walter Kasper han sido prácticamente ignoradas en la Relatio final, aun cuando algunos medios digan lo contrario.

En particular, el documento no contiene ninguna regla general sobre la cuestión de admitir a la comunión a los divorciados vueltos a casar.

La meta principal de los alemanes fue, desde el inicio, encontrar una regla lo más liberal posible en la cuestión de la admisión de esas personas a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía.

Pero en el texto del informe final no se menciona directamente que los divorciados vueltos a casar puedan ser admitidos a la Comunión.

Sin embargo, la propuesta del grupo alemán de dejar el caso de los “matrimonios fallidos” al “fuero interno” ha encontrado espacio en la relación final (§ 84 y siguientes). Esto significa que estas personas deberán discutir su situación particular con el confesor y, si es necesario, con el obispo local.

En teoría —y este es el punto clave— existe la posibilidad de que alguien que esté viviendo continuamente en pecado mortal, subjetivamente no se vea en esta situación.

La propuesta del grupo alemán de dejar el caso de los “matrimonios fallidos” al “fuero interno” ha encontrado espacio en la relación final. En la foto los Cardenales Kasper (izq.) y Marx (der.).

En consecuencia —siempre hablando en teoría— tales personas podrían ser admitidas a los sacramentos. Aunque esto no emerge directamente de la Relatio Finale. Se trataría por lo demás de una interpretación quizás forzada del texto.

Esta circunstancia podría ser utilizada por los obispos liberales para seguir una praxis muy liberal (lo que en Alemania ya ocurre en muchos lugares). Lo cual sería, en conformidad con la Relatio Finale, un claro abuso del concepto de “fuero interno”.

En definitiva, todo se juega en la interpretación. Se presume que en un futuro próximo mucho se publicará sobre este tema.

Los párrafos que se ocupan de este problema son extensos, complicados y salpicados de muchas citas del Derecho Canónico. Probablemente los miembros del comité de redacción han querido evitar que se les acuse de favorecer una disciplina laxista en la administración de los sacramentos.

El tema de la homosexualidad ha sido tratado solo de pasada. Simplemente no ha habido clima apropiado para discutir la cuestión.

Será preciso esperar para ver cómo reaccionarán los obispos alemanes a partir de ahora. En realidad, no pueden hacer nada mientras el Papa no se manifieste. En la conferencia de prensa de los delegados alemanes y austríacos celebrada el 24 de octubre, ofrecida por el Cardenal Marx junto a monseñores Koch y Bode, daba la impresión de que no van a empeñarse a fondo para imponer su propia agenda.

Nosotros esperamos y observamos.


FUENTE:
- http://mathias-von-gersdorff.blogspot.it/2015/10/synode-nun-beginnt-die-zeit-der.html









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Mensajes

  • El texto sobre la Comunión para los que viven en adulterio se puede resumir así: No se les dará Comunión ni se les negará, sino todo lo contrario.
    Y el obispo de Roma (OdR) dice: démosle la vuelta a la pirámide jerárquica de la Iglesia: el Papa no es la máxima autoridad, es el máximo servidor; los obispos y presbíteros serán la máxima autoridad.
    Del documento sinodal y de la declaración del OdR se desprende que obispos y presbíteros decidirán si habrá Comunión o no para adúlteros contumaces.
    El OdR recuerda que Jesús fue el máximo servidor, y olvida que a la vez era Jesús quien sentaba la doctrina, no los apóstoles.
    Desaparece un mandamiento (no cometerás adulterio), quedan nueve. Aunque no es tan seguro esto, pues hay una corriente "modernista" que considera que los Diez Mandamientos eran válidos para tiempos pasados, no para tiempos modernos.
    De las tres columnas del catolicismo (Biblia, Tradición y Magisterio) sólo queda la última.
    Un magisterio que no tiene en cuenta que si alguien enseña un evangelio diferente del evangelio de Jesús es anatema.
    Un magisterio que mira con desdén el hecho de que la Iglesia es depositaria de la doctrina de Jesús, no autora de doctrinas. Un magisterio que desecha despectivo las enseñanzas tradicionales bimilenarias.
    El OdR, con su acentuada opción preferencial por los pobres, es más condescendiente con los archimillonarios obispos alemanes disidentes y desafiantes que con los pobres de África, Asia y Latinoamérica, fieles a la pureza católica.

  • Hay un contrasentido entre el artículo y la afirmación ya que en definitiva la interpretación es posible en base a una ambigûedad del texto, coincidente con la ambigüedad en que el primer Sínodo puso a la doctrina y que el segundo Sínodo no ha logrado disipar. Como estoy convencido que es el Papa quien ha creado la situación y con un propósito, supongo que el documento que finalmente emita también mantendrá la ambigüedad, de tal manera de que terminen los sacerdotes practicando la aceptación del divorcio. Si no fuera así, la redacción hubiera sido clara y punto.

  • CRITERIO DE INTERPRETACION:
    El necesario criterio para leer el Magisterio Ordinario Eclesial es la fidelidad a la Divina Tradición, al Magisterio Eclesial Extraordinario del Papa y Concilios ecuménicos, el Magisterio eclesial ordinario y universal del Papa y los Obispos.

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