UN PEQUEÑO PAÍS, UNA GRAN LECCIÓN

Plebiscito en Liechtenstein ratifica poderes de Príncipe defensor de la vida

Liechtenstein

Un plebiscito realizado el 1 de julio en el principado de Liechtenstein confirmó el poder de veto del príncipe soberano, incluso a leyes aprobadas por... ¡plebiscito! La consulta puso en foco una cuestión de fondo moral, el apoyo a un monarca defensor de la vida.

Liechtenstein es un pequeño país de 160 km2, apenas 20% mayor que el distrito limeño de San Juan de Lurigancho. Situado entre Austria y Suiza, más del 90% de su población es católica. Allí el aborto está prohibido en todas sus formas. En junio de 2011, izquierdistas presentaron un proyecto para despenalizarlo, pero el Landtag (Legislatura local) rechazó la propuesta por abrumadora mayoría, 35 votos contra 7.
El poderoso lobby abortista no se dio por vencido. Reunió las 1000 firmas necesarias para pedir que una despenalización parcial del aborto fuese sometida a plebiscito. La consulta se realizó tres meses después, el 18 de septiembre, y nuevamente la propuesta abortista fue derrotada, esta vez por voto popular.
Antes de la consulta el príncipe reinante, Hans Adam II von Liechtenstein, católico convicto y defensor de la vida inocente, había advertido que si ganaba la despenalización, él usaría su poder de veto para anularla. Esto enfureció a los abortistas que, unidos a activistas favorables a la república —reveladora alianza— tras la derrota de su propuesta volvieron a la carga pidiendo otro referéndum, ahora para revocar el poder de veto real.

S.A.S Príncipe Aloisio von Liechtenstein heredero al trono

La cuestión se convirtió en otra pregunta implícita: ¿no habrá llegado la hora de abolir la monarquía? La fuerte propaganda republicana insistía en que el actual soberano tiene un poder exagerado para un Estado moderno del siglo XXI.
Pero el pueblo, sabiamente, no hizo caso de esa propaganda y en el referéndum del 1 de julio, por abrumadora mayoría (76%, más de 3/4) ratificó la prerrogativa real.
Para el príncipe Aloisio, hijo del soberano y heredero del trono, el resultado confirmó que “la alianza entre el pueblo y la casa real, que ya tiene 300 años, se muestra exitosa hasta hoy”.
Los ciudadanos consideran que la familia real es la gran institución que mantiene la independencia cultural y la identidad nacional del país. “El príncipe representa al país, es el garante de nuestra soberanía y nuestra estabilidad. Un país pequeño necesita tener una bandera, y la bandera de Liechtenstein es la casa principesca”, sostuvo la parlamentaria Renate Wohlwend, del Partido de Ciudadanos Progresistas.

* * *

El Papa Pío XII enseñó que la misión de la Nobleza es servir al buen común, y ser para el pueblo el modelo y arquetipo de las virtudes individuales y sociales de la nación. Comentando esas enseñanzas Plinio Corrêa de Oliveira afirmaba que un pueblo sin arquetipos, sin verdaderas elites, es un pueblo huérfano y a la deriva. Una muestra palpable de esa orfandad la tenemos las seudodemocracias regidas por demagogos como Hugo Chávez, Cristina Kirchner, Rafael Correa y congéneres. Los electores de Liechtenstein entendieron esta verdad al depositar su confianza, una vez más, en la feliz alianza con su secular monarquía católica.

Su Alteza Serenisima Hans Adam II von Liechstentein Príncipe reinante

Fuentes

1. http://www.aceprensa.com/articles/liechtenstein-mantiene-el-derecho-de-veto-del-principe/
2. Luis Dufaur, Plebiscito em Liechtenstein defende a vida confirmando poderes da monarquia, http://www.ipco.org.br/home/noticias/plebiscito-em-liechtenstein-defende-a-vida-confirmando-poderes-da-monarquia-2











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