Argentina da espaldas a elección inauténtica

El creciente distanciamiento entre la Argentina real y el país ficticio de los medios y de los políticos se hizo patente en la reciente elección presidencial, con aspectos trágicos y hasta cómicos.

En la elección del pasado 28 de octubre, un elector convocado para ser miembro de mesa de votación no quería ejercer esa tarea. Fue solamente a votar, intentando pasar desapercibido. Pero en la fila de votación fue reconocido, y optó por escaparse corriendo. Perseguido por la policía, al final fue alcanzado y llevado a la fuerza a cumplir su trabajo.

Este episodio cómico fue uno de los tantos síntomas de la aversión con que el electorado argentino encaró esa elección. Como resultado, el día 10 de diciembre ocurrió el insólito hecho de ver a un esposo, Néstor Kirchner, pasarle la banda presidencial a su esposa, la ex senadora Cristina Fernández de Kirchner.Ganó la protesta-abstención de los argentinos

La Constitución argentina admite la reelección, y Néstor Kirchner podía haberla intentado. Pero no se atrevió. ¿Por qué? ¿Será que los “astronómicos” índices de popularidad que le atribuían las encuestas (alrededor del 60%) eran tan “auténticos” como los índices oficiales de inflación, universalmente tenidos como falseados?.

El vacío de ideas, el derroche electorero de dineros públicos, la inexpresividad y dispersión de la oposición y la parcialidad mediática a favor del matrimonio Kirchner apartaron psicológicamente la opinión pública argentina de una elección que le sonaba inauténtica. La abstención —la mayor desde que existe el sufragio universal en el país— se acercó al 30% (28,19% según el Ministerio del Interior ).

Ambigüedad de Cristina Fernández de Kirchner: halagos a los conservadores, coqueteos con la izquierda.

La Sra. Kirchner, por su parte, sólo recibió el apoyo del 30% de los inscritos. Y el número de votos en blanco subió 500% en relación a la anterior elección presidencial. O sea, si las abstenciones valiesen, junto con los votos en blanco, anulados e impugnados superarían en cerca de 20% la votación de la Sra. Kirchner (8,8 millones contra 8,2 millones). Y así el vencedor hubiera sido... ¡el Sr. Nadie!, la protesta-abstención.

Desórdenes electorales – ¿una artimaña? La retracción de los electores dio ocasión a episodios nebulosos. En la Capital federal —la más influyente circunscripción electoral, donde se preveía una amplia votación anti-Kirchner—, sólo se presentó el 12% de los encargados de mesa convocados. De los 17.751 telegramas de convocatoria, según el correo 15.249 (85,9%) fueron “rechazados”, o “no fueron encontrados”. De los 2.502 encontrados, 1.092 pidieron exención a la Justicia Electoral.

Esta descomunal inhibición llevó a la Corte Suprema a cubrir las vacantes con empleados públicos. Aún así, la Policía tuvo que obligar a los primeros votantes que llegaban a los centros de votación a ejercer la función de miembros de mesa. Tal falla del correo re-estatizado levantó sospechas de una artimaña más del gobierno para colocar miembros de mesa —responsables por el cómputo de las urnas— al gusto de la pareja Kirchner.

El diario “La Nación” registró testimonios indignados de electores que afirman haber visto caravanas de microbuses del gobierno trasportando elementos de la chusma de un local electoral a otro, donde votaban alegremente . La desorganización de las mesas fue inaudita. Un periodista se refirió a una “jornada repleta de trampas”, mientras gran número de internautas protestaban que, con tantas irregularidades, en cualquier país serio la elección habría sido anulada .

Desinformación mediática no logra tapar la realidad Lamentablemente los medios de prensa peruanos no informaron adecuadamente sobre esta aversión del público argentino al carnaval político-mediático. Cuando mucho, en medio de un torrente de datos superfluos, tendenciosos o engorrosos, sólo mencionaron el hecho de que millones de personas dejaron de votar. Lo que quedó claro es que la Argentina no se confunde con la farándula de políticos, sindicalistas, periodistas y personajes del mundo deportivo o seudo-artístico que saturan las pantallas de la TV y las páginas de los periódicos.

Es necesario distinguir entre la importancia publicitaria y la importancia real. Sería una grosera distorsión de la realidad suponer que ese jet-set publicitario representa lo que piensa y quiere la mayoría de los argentinos. La elección de octubre mostró un rumbo de opinión inequívocamente opuesto a las metas socioculturales revolucionarias, una realidad que la prensa escamotea minuciosamente (ver recuadro)Políticos obligados a mostrarse derechistas.

Por ejemplo, en materia de propiedad privada, ninguno de los candidatos con posibilidades de elegirse osó proponer claramente reformas de estructura socialistas y confiscatorias, como las que intentan implementar Chávez en Venezuela o Correa en el Ecuador. La candidata vencedora incluso aludió a medidas de sentido común: recomponer las relaciones con los EE. UU.; mejorar las líneas de comercio con el Brasil (que su esposo venía rompiendo unilateralmente); tomar distancia de Hugo Chávez; favorecer al maltratado empresariado argentino; y adoptar los criterios vigentes en EE. UU. para medir los índices económicos.

En materia de familia los candidatos viables se declararon contra la despenalización del aborto. Sobre el “casamiento” homosexual repitieron que sólo hay matrimonio entre un hombre y una mujer (únicamente el tercero colocado hizo vaga referencia a un estatuto especial para las “parejas” del mismo sexo, lo cual probablemente le restó votos). Todos ellos se afirmaron contrarios a la legalización del consumo de drogas. Y aclararon que no cambiarían las leyes existentes en esas materias .

La nueva presidenta prometió también recomponer las deterioradas relaciones con la Iglesia Católica. Es decir, de un modo u otro los principales candidatos trataron notoriamente de halagar al público mayoritariamente católico y conservador. Fuerza y persistencia del conservadorismo argentinoDada la ambigüedad endémica del nacionalismo peronista vencedor, es arriesgado afirmar que este cumplirá sus promesas con sentido conservador, y hasta bien puede temerse lo contrario. Pero, considerando la perspicacia de los políticos para discernir todo lo que les atrae o les quita votos, puede concluirse con certeza que en sectores mayoritarios de la opinión pública argentina la adhesión a la propiedad privada y a la familia continúa fuerte, con el consiguiente rechazo al socialismo, al aborto, al “casamiento” entre personas del mismo sexo y a la liberación de las drogas.

Tan fuerte que los políticos no se atrevieron a enfrentarla a la hora de pedir votos, aunque se sepa que una vez vencedores frecuentemente actúan de manera opuesta, como ya lo ha comenzado a hacer la Sra. Kirchner. En resumen, y a despecho del circo político y del jet-set izquierdista e inmoral que son presentados como si fueran la Argentina real, esta elección nos reveló una nación profundamente refractaria al izquierdismo, en la que el sustrato católico y conservador de la población mantiene en todos los sectores sociales insospechada vitalidad.





El test de la desinformación

Si Ud. desea saber hasta qué punto la prensa peruana informa o desinforma, le invitamos a hacer un sencillo test. Basta verificar si conocía o no las siguientes noticias:

1) En Suiza, la derecha venció ampliamente las elecciones nacionales del pasado 21 de octubre. La UDC (extrema derecha), opuesta al ingreso del país en la Unión Europea y promotora de estrictos controles migratorios, obtuvo del 29% de los sufragios, superando en casi 10% la votación alcanzada en 2003 (26,7%). El Partido Socialista bajó de 23,3% en 2003 a 19,5% —una caída de 16%—, su peor resultado en los últimos 25 años. La derecha y el centro unidos obtuvieron más del 60%. Lo significativo del triunfo de la UDC es que, en un espectro político muy diversificado, alcanzó la mayor victoria obtenida en Suiza por un partido desde la implantación del sufragio universal.

2) En Dinamarca, las elecciones parlamentarias del 10 de noviembre dieron el triunfo a la coalición conservadora del primer ministro Anders Rasmussen. Este obtuvo el 50,5% de los votos, aventajando a la izquierda representada por los partidos Socialista y Socialdemócrata, que sumados recogieron el 38,5%. Es la tercera victoria consecutiva de Rasmussen, también opuesto al ingreso en la Unión Europea, cuyo partido es el más a la derecha de la coalición, y el que obtuvo el mayor número de votos.

3) A fines de octubre alrededor de 400.000 anglicanos de 12 países solicitaron formalmente su ingreso en la Iglesia Católica. Ellos pertenecían a la Comunión Anglicana Tradicional y estaban profundamente chocados con la debacle moral de la iglesia de Inglaterra, especialmente con la “ordenación” de mujeres y el nombramiento de “obispos” homosexuales. El pedido de “unión plena, corporativa y sacramental” a Roma fue formalmente entregado por sus líderes a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Estas importantes noticias indican —cada una a su manera— un rumbo de opinión favorable al orden y la moral, y a ese título opuesto a la izquierda. ¿Las conocía Ud., lector? ¿Las vio publicadas en algún medio peruano? Si las ignoraba, eso significa que muchos medios locales filtran lo que no conviene a los intereses ideológicos anticatólicos o de izquierda. Y en consecuencia desinforman en vez de informar. Lo que a su vez significa que el lector de periódicos y revistas peruanos es un lector desinformado, tal vez uno de más desinformados del mundo...







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