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31 de agosto de 2015, 09:18, por Juan
Querido Papa Francisco: Después de varias cartas a S.I. sin contestación y no sabiendo si ha tenido siquiera la posibilidad de leer alguna de ellas, me dirijo a S.I. a través del excelente servicio que presta esta web Peruana, “Tradición y Acción†. S.I. defiende a los pobres, excluÃdos, descartados y oprimidos de nuestra sociedad. En su próximo viaje a los EE.UU. de América, ¿podrÃa visitar a alguno de los sacerdotes falsamente acusados o, cuando menos, hablar decididamente en su favor? Este es un problema que no se toca públicamente, ¿lo hará S.I.? ¿Quién más pobre que un sacerdote inocente como el P. Gordon MacRae, casi veintiún años en prisión en Concord, New Hampshire, por unos abusos sexuales que no cometió y que supusieron unos 200.000 $ para el calumniador, que ha sido lamentablemente abandonado por la jerarquÃa de su Diócesis de Manchester, New Hampshire, aun reconociendo que es inocente? Puede leer sobre su situación detalladamente en www.thesestonewalls.com . He leÃdo que S.I. visitará (D.m.) la prisión Curran-Fromhold Correctional Facility cerca de Philadelphia. ¿Sabe S.I. que a Monsignor Lynn, de esa ciudad, acusado de encubrir a sacerdotes abusadores que parece que no lo eran, le llevaron a prisión, le liberaron ante lo injusto de la situación y ahora un fiscal perseguidor de clérigos católicos ha conseguido que vuelva a la cárcel? Pues bien, le asignaron la Curran-Fromhold Correctional Facility primero pero cuando se ha sabido de su visita a esa prisión le han trasladado a otra. ¿Sabe S.I. que se estima que la mitad aproximadamente de los sacerdotes acusados en los EE.UU. de abusos sexuales son, de hecho, inocentes? ¿Y que en los últimos años unos veinticinco sacerdotes acusados de este delito se suicidaron? Muy posiblemente más de uno de los suicidas era inocente de tales acusaciones. ¿No le parece que tanto los verdaderamente culpables como los inocentes son dignos de la misericordia y de la justicia que S.I. invoca a menudo? ¿Se da cuenta de que hay campañas anticatólicas y que no debemos colaborar con ellas, ni siquiera con nuestro silencio, sino desenmascararlas y combatirlas como a S.I. le gusta hacer con otros males de nuestra sociedad? S.I. pasa tiempo con personas de ideologÃas materialistas, anticristianas. Es fácil pensar que también querrá pasar tiempo con hermanos sacerdotes católicos en graves dificultades, asà como hablar en su favor allà donde sea preciso, aunque esto no sea “polÃticamente correcto†sino ir a contracorriente del “mundo†y exponerse a crÃticas muy adversas. Se trata de hermanos sufrientes, heridos, que necesitan ayuda afectiva y efectiva, no sólo de palabras. Ahora y en el futuro. ¿Habrá misericordia para todas estas personas? Mucho agradeceré su atención a esta carta. En la confianza de que las peticiones aquà expresadas sean atendidas, asegura sus oraciones por S.I. y se encomienda a las suyas y a su bendición. Juan.
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Querido Papa Francisco:
Después de varias cartas a S.I. sin contestación y no sabiendo si ha tenido siquiera la posibilidad de leer alguna de ellas, me dirijo a S.I. a través del excelente servicio que presta esta web Peruana, “Tradición y Acción†.
S.I. defiende a los pobres, excluÃdos, descartados y oprimidos de nuestra sociedad. En su próximo viaje a los EE.UU. de América, ¿podrÃa visitar a alguno de los sacerdotes falsamente acusados o, cuando menos, hablar decididamente en su favor? Este es un problema que no se toca públicamente, ¿lo hará S.I.? ¿Quién más pobre que un sacerdote inocente como el P. Gordon MacRae, casi veintiún años en prisión en Concord, New Hampshire, por unos abusos sexuales que no cometió y que supusieron unos 200.000 $ para el calumniador, que ha sido lamentablemente abandonado por la jerarquÃa de su Diócesis de Manchester, New Hampshire, aun reconociendo que es inocente? Puede leer sobre su situación detalladamente en www.thesestonewalls.com .
He leÃdo que S.I. visitará (D.m.) la prisión Curran-Fromhold Correctional Facility cerca de Philadelphia. ¿Sabe S.I. que a Monsignor Lynn, de esa ciudad, acusado de encubrir a sacerdotes abusadores que parece que no lo eran, le llevaron a prisión, le liberaron ante lo injusto de la situación y ahora un fiscal perseguidor de clérigos católicos ha conseguido que vuelva a la cárcel? Pues bien, le asignaron la Curran-Fromhold Correctional Facility primero pero cuando se ha sabido de su visita a esa prisión le han trasladado a otra.
¿Sabe S.I. que se estima que la mitad aproximadamente de los sacerdotes acusados en los EE.UU. de abusos sexuales son, de hecho, inocentes? ¿Y que en los últimos años unos veinticinco sacerdotes acusados de este delito se suicidaron? Muy posiblemente más de uno de los suicidas era inocente de tales acusaciones. ¿No le parece que tanto los verdaderamente culpables como los inocentes son dignos de la misericordia y de la justicia que S.I. invoca a menudo? ¿Se da cuenta de que hay campañas anticatólicas y que no debemos colaborar con ellas, ni siquiera con nuestro silencio, sino desenmascararlas y combatirlas como a S.I. le gusta hacer con otros males de nuestra sociedad?
S.I. pasa tiempo con personas de ideologÃas materialistas, anticristianas. Es fácil pensar que también querrá pasar tiempo con hermanos sacerdotes católicos en graves dificultades, asà como hablar en su favor allà donde sea preciso, aunque esto no sea “polÃticamente correcto†sino ir a contracorriente del “mundo†y exponerse a crÃticas muy adversas. Se trata de hermanos sufrientes, heridos, que necesitan ayuda afectiva y efectiva, no sólo de palabras. Ahora y en el futuro. ¿Habrá misericordia para todas estas personas?
Mucho agradeceré su atención a esta carta. En la confianza de que las peticiones aquà expresadas sean atendidas, asegura sus oraciones por S.I. y se encomienda a las suyas y a su bendición.
Juan.