LA “GUERRA CULTURAL” LLEGÓ AL PERÚ

Debate sobre Ideología de género en currículos escolares: los datos clave

Nunca en la historia de la humanidad hubo una civilización tan decadente que, por más corrompida que estuviese, llegara al extremo de enseñar a sus niños que el varón puede desempeñar el “rol sexual” de la mujer, y viceversa.

Nunca, sí... hasta que a fines del siglo XX apareció la ideología de género, la misma que ahora pretende imponer esa aberración antinatural a los escolares del Perú.

¿De dónde viene esa ideología alucinada? Ella es la sucesora y la quintaesencia del comunismo. Este se había propuesto abolir las desigualdades de clases sociales. Y su heredera se propone ahora, según proclaman sus principales referentes, abolir las “desigualdades de clase sexuales”, es decir, desvincular por completo al hombre de los condicionamientos impuestos por la misma naturaleza.

Con ello la utopía revolucionaria, ese desafío a Dios condensado en el binomio igualdad absoluta-libertad completa, llega a su extremo más radical y delirante (por ahora...), expresado en esta ideología destructora de la familia y de la sociedad.

Este es el fondo de cuadro que debemos tener presente en el debate que ahora se traba en torno de los currículos escolares presentados por el Ministerio de Educación peruano.

El episodio de los currículos en una visión de conjunto

Como antecedente revelador, recientemente, denuncias de currículos similares en Colombia desencadenaron una masiva e indignada reacción popular, encabezada por agrupaciones de padres de familia. Las manifestaciones de protesta tomaron las calles de ciudades de todo el país y amenazaban volverse incontenibles. Entonces el propio presidente Juan Manuel Santos se vio obligado a anunciar que retiraba los currículos de circulación.

Ahora el caso se repite en el Perú. Al conocerse que los currículos escolares y las guías para profesores del Minedu estaban impregnadas de ideología de género, comenzó una reacción, al principio de extrañeza, después de estupor y por fin de indignación al ver la profundidad ideológica de esos contenidos corruptores.

Cuando esa indignación ciudadana ya tomaba cuerpo —por ejemplo en la manifestación realizada frente al Ministerio de Educación en San Borja el 25 de noviembre, de la cual participó Tradición y Acción —, algunos textos impugnados desaparecieron como por arte de magia del portal del Minedu en Internet. Y el propio ministro del ramo, Jaime Saavedra, anunció que ya no están más vigentes porque eran del año 2014, queriendo dar idea de que él es ajeno al caso. Pero sucede que en 2014 él ya era ministro (asumió en octubre de 2013); por tanto los currículos y guías fueron utilizados ya durante su gestión, y es inútil querer eludir su responsabilidad.

Ilustraciones de la Guía de Educación Sexual Integral (págs. 178 y 179), para niños de primaria, editada por el Ministerio de Eduación.

Viendo las cosas con mayor amplitud, es digno de nota que, precisamente cuando las izquierdas y sus “compañeros de ruta” libertarios no consiguen más disimular que están perdiendo en todo el mundo la batalla de las ideas, y la opinión pública mundial se muestra cada vez más refractaria hacia su mensaje, esas corrientes parecen querer avanzar a como dé lugar, ya sea mediante coletazos alocados, golpes de mano por sorpresa o bien por imposiciones subrepticias, desde posiciones de poder político, judicial, publicitario y financiero. Las guías para profesores y los currículos elaborados en el Perú, inspirados en la ideología de género y difundidos a espaldas de los padres de familia —vulnerando así los derechos de estos como primeros responsables de la educación de sus hijos— son una flagrante muestra de esa intención.

Buscando negar lo innegable

Portada del Currículo Nacional de la Educación Básica 2017.

Ahora que el intento quedó al descubierto, se intenta minimizarlo o hasta negarlo. Un batallón de periodistas, emulándose en superficialidad y falta de argumentos, salen en defensa del Minedu con artículos cuyo nivel intelectual da vergüenza ajena. En el diario “Correo” María Cecilia Villegas pontifica: “la ideología de género no existe” . Semejante atestado de ignorancia, o de ceguera intelectual, verdaderamente asombra... [1]. En “El Comercio”, M. Sifuentes sostiene que las denuncias sobre los currículos son apenas un “cuco” usado únicamente para “tumbarse la reforma universitaria” [2]. Y Raúl Zegarra, a quien el mismo diario presenta como teólogo sin mencionar de cuál religión, sostiene que cuando el cuestionado currículo señala que lo masculino y lo femenino son “nociones que vamos construyendo día a día”, se refiere apenas al “derecho fundamental que tienen chicos y chicas por igual al trato justo en la sociedad” [3]. ¿Lindo, no? Pero este teólogo debería saber que desde hace más de 20 años existe una “teología Queer”, emparentada a la ideología de género, que a partir de una “disconformidad de género” apunta a “deconstruir” el género vinculado al sexo con que se nació, a fin de “construir” el que cada cual quiera representar [4].

Portada de la Guía de Educación Sexual Integral para primaria.

El verbo “construir” es clave en este enfoque: significa que cada uno puede “construir” su humanidad y su sexualidad como entienda y liberarse de toda barrera moral o incluso natural. Múltiples variantes de esta ideología corruptora y anárquica campean en currículos escolares de países como Alemania, Argentina, Estados Unidos y otros. Ideólogos neo-marxistas actuales como Noam Chomsky, Toni Negri o Michael Hardt la desarrollan hasta paroxismos inimaginables. ¿Cómo este teólogo puede pasar por alto estos datos esenciales, que están al alcance de cualquier estudioso serio medianamente informado?

¿Lo masculino y lo femenino pueden “construirse”?

Otra perla periodística es la de la señora R. M. Palacios, que defiende a capa y espada los currículos y las guías de aplicación del Minedu, pero con argumentos que el periodista católico Javier Gutiérrez califica de “muñecos de paja” [5]. Aunque afirma haberse leído las 116 páginas del Currículo Nacional, parece que lamentablemente no las leyó bien, pues omite referirse al párrafo crucial, que en la página 16 dice textualmente: “si bien aquello que consideramos femenino o masculino se basa en una diferencia biológico-sexual, estas son nociones que vamos construyendo día a día, en nuestras interacciones”  [6]. O sea, lo que “consideramos” masculino y femenino hoy, podremos no considerarlo mañana.

Esto queda aún más claro al conocer qué son las tales “interacciones”. De acuerdo a la “Guía de Educación Sexual Integral” del mismo Ministerio, ellas se enmarcan en los procesos de construcción de la femineidad y la masculinidad, influenciados por los roles y estereotipos de género, los cuales expresan el sistema de creencias, prácticas, valores y representaciones sociales del contexto sociocultural específico al que pertenecen las y los estudiantes. La escuela cumple un rol importante como agente socializador de cambio o reforzamiento de los patrones de género [7].

Las expresiones “roles de género” y “estereotipos” promueven la antipatía hacia todo aquello que la sociedad, influenciada por el Magisterio de la Iglesia, “impone” como válido, es decir, de acuerdo los principios de la Ley natural y moral. Ello es visto como un obstáculo a la libertad de la persona para practicar lo que se le ocurra en materia sexual, corresponda o no a su sexo biológico. Y ya tenemos en el Perú antecedentes de lo que sería una escuela “como agente socializador de cambio” de “patrones de género”. Durante la desastrada gestión de la exalcaldesa de Lima Susana Villarán —adepta confesa de la ideología de género— se impusieron talleres de educación sexual y “empoderamiento adolescente” de un hedonismo alucinado e inimaginable [8].

Obviamente, la ideología de género aparece en muchos otros pasajes del Currículo en cuestión. Por ejemplo en los que aluden a los llamados “derechos sexuales y reproductivos”, eufemismo con que tal ideología pretende encubrir la legitimación del aborto y otras prácticas antinaturales, así como la emancipación del menor respecto a sus padres en estas materias.

Cómo derrotar una ideología antinatural

Padres de familia vienen realizando plantones frente al MINEDU.

Por otro lado, es claro que no todo es ideología de género en los currículos y las guías del Minedu. Pero si a usted, lector, le ofrecen un vaso de agua mezclada con “solo algunas” gotas de cianuro, ¿consideraría que es un vaso de agua, o un vaso de veneno? ¿Se lo daría de tomar a sus hijos? Tengamos en cuenta que en este caso se trata de un veneno ideológico corruptor, y del peor...

Esto es lo que debe ser señalado y divulgado, si los peruanos queremos de veras proteger a nuestras familias. Sobre todo es imperativo defender un principio que la Iglesia Católica considera “no negociable”: que la educación en el delicado tema de la transmisión de la vida compete prioritariamente a los padres de familia, auxiliados por la Iglesia, y no a tiránicos poderes del Estado puestos al servicio de una ideología hedonista y anticristiana.

Es hora de tomar conciencia de que vivimos una guerra cultural revolucionaria. Los defensores de una educación sana y moral, si desean dar eficacia a su actuación deben además preocuparse por no actuar dispersos. Se trata de conjugar esfuerzos en una gran coalición nacional de movimientos y agrupaciones a favor de la familia. Y de actuar mancomunados, con firmeza de principios, claridad de metas, eficiencia de métodos y absoluto desprendimiento personal. Así se logrará sepultar definitivamente la influencia de la ideología perversa que hoy amenaza a la familia peruana.







[1http://diariocorreo.pe/opinion/con-mis-hijos-no-te-metas-715416/. La documentación sobre ideología de género en el Perú es cuantiosa, comenzando por el excelente estudio con que la Conferencia Episcopal Peruana alertó sobre esta ideología hace casi 20 años, al que siguieron muchos otros documentos de alto nivel al respecto (Ver CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA, La Ideología de Género. Sus Peligros y Alcances –en base al informe La desconstrucción de la mujer de Dale O’Leary–, Lima, 1998.
https://www.aciprensa.com/controversias/genero.htm)

[4Cfr. JULIO LOREDO DE IZCUE, Teología de la Liberación, un salvavidas de plomo para los pobres, Tradición y Acción, Lima 2015, pp. 259-265.

[5JAVIER GUTIÉRREZ, Rosa María Palacios, las 116 páginas y lo que no quiso leer, http://infocatolica.com/?t=opinion&cod=27918

[6MINISTERIO DE EDUCACIÓN, Currículo Nacional de la Educación Básica, pág 16. http://www.minedu.gob.pe/curriculo/pdf/curriculo-nacional-2016-2.pdf

[7MINISTERIO DE EDUCACIÓN, Guía de Educación Sexual Integral, pág. 8, disponible en https://drive.google.com/file/d/0B3PYhEsONsshUGZUakxJa1hsTUU/view. La misma antipatía hacia los "roles sociales de género" se observa en la unidad de aprendizaje "No todo es rosado y celeste", dirigida a niños de 4 y 5 años, y publicada por el Minedu a inicios de 2016, disponible en http://www.minedu.gob.pe/rutas-del-aprendizaje/sesiones2016/pdf/inicial/genero-rosado-celeste.pdf

[8Ver al respecto http://www.tradicionyaccion.org.pe/spip.php?article228, especialmente la sección II.





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